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14 - Espejismos
El cuerpo tiene su razón, sus motivos, un saber paradójico, un "saber sentido". Aún sin oropeles ni fitness tiene una irrebatible prepotencia, una soberbia existencial. Es lo que resta, lo que no ha podido ser codificado, la pasión por la vida.

El cuerpo real, el que se enferma, envejece y muere ha sido borrado por todos los sistemas que lo utilizan como medio “para”, pero reaparece en los lugares de exclusión – los hospitales, los geriátricos – donde se visibiliza como irrupción de lo real, y en  súbitas y fugaces apariciones en los sitios donde la insolencia de la salud se ve abochornada con su presencia, con esa “diferencia” que espanta a la mayoría, provoca lástima en otros y en unos pocos hace aflorar la empatía que rescata la igualdad que subyace en todo el género humano

La realidad es una ficción desigualitaria emplazada sobre los cimientos de una igualdad que es nuestra

El ser humano en su corporalidad real desaparece de los centros de consumo. La clave de acceso es su trabajo de adaptación al modelo de turno instalado, sin la cual sería vano su esfuerzo de pertenecer

En la publicidad, el reino de la visibilidad absoluta, los cuerpos se escamotean, parecen distintos del real y lo son: Ideas de cuerpos y poses, mediados por la abstracción de lo que se quiere vender. El misticismo del look: fundirse con la prenda

La piel de la ciudad cubierta de emociones codificadas pergreñadas por la publicidad, vendidas como bienes de consumo, es el escenario de lo fantasmático urbano, donde los cuerpos espejados que circulan sienten la felicidad de “sentir” igual, de pertenecer

Civilización contra iniciática, la de lo Mismo como único

La ciudad mutó, perdió su aura, se convirtió tan solo en una meca pagana con vidrieras de km infinitos por doquier, marcas como mantras, shoppings como paseos obligados donde el disfrute es directamente proporcional a lo que se consume

Caminar hoy por la ciudad es un acto de amor-odio, de observar un tiempo frágil que la habita donde nada parece ser lo que es y nadie es lo que quiere parecer

La moda es una perífrasis de lo que no se dice, de lo que la piel calla, un comentario al deseo de ser otros, es cita de nuestras preferencias, un ideario social y cultural.  Produce otros a partir de cada uno. Es escritura, hace y rehace continuamente al “personaje”, lo escribe y lo reescribe. No provee un espejo sino un espejismo  

Corpus de infinitas citas, reescrituras nómades, buceadores de anclajes efímeros. Nada más somos: metalenguajes de la ausencia


2016