91- SAM WAS HERE. Christophe Deroo
Si bien el cine ha ido cambiando dejándonos cada vez más en una situación incómoda, abandonados a nuestra perplejidad,
la crítica, en general, se obstina en seguir interpretándolo desde un lugar de autoridad que pretende explicarlo todo propiciando la muerte del film que pasa a ser tan solo una apropiación subjetiva que se diseminará en las infinitas reapropiaciones de quienes evitan zambullirse en el misterio. Es lo mismo de siempre, explicar el arte, silenciar la obra, mirar con otros ojos, cerrar los propios. Que nada nos perturbe
Las calificaciones, los puntajes, son las concesiones a la entidad que hace marchar el mundo - la cantidad - el disfraz del vacío, la joya del sistema
SAM WAS HERE es una perlita, así de simple, bajo presupuesto, casi un solo intérprete, un pueblo devastado,fantasmal, moteles y bares que funcionan solos, teléfonos con interlocutores ausentes, radios que transmiten un solo programa, la supuesta historia de Sam, buzones con cartas iguales para cada uno de los habitantes espectrales del pueblo repitiendo la misma historia, un solo rostro, el de Sam, tres enmascarados, un oso de peluche, un cielo increíble fotografiado por Emmanuel Bernard y un tajo luminoso y carmesí que lo cruza como un personaje más
La puesta es parca pero abunda en señales para el espectador despierto, un motel omnipresente con una entrada clausurada, un extraño personaje semi desnudo del que solo vemos su espalda sinuosa, siniestra, como con vida propia, un personaje quizá no tan extraño habiendo pasado tiempo, más fragmentado que nunca y aprovechando la tecnología para espiar- una lechuza embalsamada, un enorme agujero en la pared, un falso culpable que escapa durante todo el film, un cadáver en la ventana, la infaltable cortina de baño, una trama macabra en medio de una psicosis que crece y de una cordura que se va diluyendo ni bien el film crece en delirio e ininteligibilidad
Una película inteligente y original desde el guión, también de Deroo, hasta su realización
Hubo quienes se desilusionaron por el "final", justo el match point del film, un final que más bien es la posibilidad de un nuevo comienzo. El hombre de espaldas sin rostro, no cierra el film, lo abre a una historia otra de la misma historia o a muchas otras, es el desconocido poseedor del resto que no vimos
El cine, el verdadero, nos exige ver lo –que- hay -que -ver en todas y cada una de las imágenes, sin prestar atención a lo qué va a pasar después, el whodoneit. Este director novel ha trabajado la puesta de tal modo que la película al mismo tiempo que va transcurriendo se resiste a un fácil tránsito aunque generoso en pistas, en medio de un discurso casi mudo salpicado de soliloquios - los frustrantes llamadas sin respuestas de Sam
Cada espectador cinéfilo y perspicaz puede salir del cine con una sonrisa de complicidad frente a esa nueva manera de abordar el cine como una continuidad donde “viejos conocidos” retornan en un nuevo contexto “sin repetir y sin soplar”
Las interpretaciones son la muerte lenta de las obras, el desangrarse del sentido y una ocasión de que el yo ocupe el lugar del film y lo silencie
Estas líneas solo hablan de las huellas de un film donde no hay cierre, donde el cine se mira a sí mismo y donde el sentido diferido sin fin queda suspendido como un eslabón abierto en el tiempo
Una película inteligente, original, desde el guión hasta su realización, ambos del mismo Deroo
Diciembre 2017