Lo invisible
el movimiento sin pausa de los días
no es más que la quietud del alba contrariada
una alucinación desparramada en el aire
la evidencia extraviada de la realidad del vacío
el espejismo de la plenitud invisible del mundo
somos como la mirada desnuda intraducible que habita la piedra
una conciencia íntima muda inexorable
las palabras se incendian de impotencia
puro humo entre las llamas
entonces para qué palabras si ver es más que ver
y aún así
el hombre es capaz de interrumpir la infinita lengua de la naturaleza
de quebrarse con una palabra que calla mientras se pronuncia
opaca impensada desasida
la huella de lo invisible que queda vibrando en el aire
Abril 2018