oscura es la travesía
ávida
largo el afán de abrirse paso rasguñando el viento
tras las palabras que el nombre no nombra
y que el olvido guarda en el temblor de la tierra
la noche concede la penumbra
al cuerpo exhausto abismado en una piel volátil
que se pliega
que se quiebra
que se rompe
sobre una realidad dibujada en el aire
en continuo extravío
siempre por decirse
una vida ardiendo
inconclusa entre los restos de una frase
siempre de espaldas al silencio helado del horizonte
y la aurora que insiste con una voluntad de ocaso
Julio 2018