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165 - El sujeto sujetado
El abandono de la intención de escuchar sucede inconscientemente todos los días. Solo oímos en una lasitud imprescindible para nuestra convivencia y nuestra conveniencia
 Habitamos la lengua de la cotidianidad a través de la que nos “comunicamos” - una concesión para demasiadas palabras que dicen casi nada - mientras que al mismo tiempo otras voces que no reconocemos, impersonales, anónimas, desnudas de códigos culturales, morales o jurídicos, libres de atributos o preconceptos, duermen el sueño de la indiferencia y parecen haber perdido definitivamente su derecho a la expresión – mejor dicho, su oportunidad - ahogadas por la banal autocomplacencia del imperativo de mostrarse, decirse y escucharse que hoy nos abruma, siempre girando alrededor del círculo iterativo de lo Mismo, clausurando los cerebros a posibles aperturas

En el principio el hombre veía y no sabía hablar. Ver era la totalidad de su pensamiento
En aquel tiempo el pensamiento se parecía al mundo pues era su imagen
Más tarde el hombre comenzó a detallar la imagen y dio un nombre a cada uno de los detalles
Al hablar de lo que veía acababa de crear la transcripción sonora de lo visible
Más tarde quiso visualizar los sonidos de su palabra e inventó la escritura pero al mirar la escritura el hombre no veía sino palabras y se dio cuenta de que había convertido lo visible en invisible   (Bernard Noël)


Así ocurrió en lo seres la escisión entre el exterior y el interior, entre lo que se ve, lo que se piensa, y lo que se habla, hoy un abismo insalvable

Es necesario liberar al lenguaje de la historia de lo visible, lo percibido  – cuando se habla de algo que no puede ser percibido en el campo de lo visible, o cuando se ve algo que no puede ser dicho en la lengua cotidiana -  y solo así, al romper con las significaciones habituales, el lenguaje alcanza su propio afuera
 
De esta forma, ver y hablar solo se relacionan  en una no-relación y valen cada uno por sí mismo. Ver y hablar dejan de controlarse mutuamente y así el dominio cede, el cerebro se libera de su esclavitud y se recrea el vínculo del hombre con el mundo

Pues de lo que se trata es de reencontrar, de volver a dar creencia al mundo, más acá o más allá de las palabras


La vida está en el combate entre ella y lo otro, acaece en la materialidad aquí y ahora, vida desnuda, vida como materialidad del cuerpo sobre la que se monta y se pliega la vida individual

La vida está en todos lados. Los acontecimientos constitutivos de una vida conviven con las peripecias de la vida que le corresponde, pero una vida se diferencia solo en su exceso de potencia sin representación

Nacemos singulares pero con el tiempo se suman los rasgos individuales y nos vamos determinando a través de las culpas, las ilusiones, los miedos, los fracasos, las pasiones, el error- el centro de los problemas. La vida individual es inseparable de esas determinaciones que se apoyan y sostienen una vida

Lo vivo resiste en la existencia con una voluntad de reafirmación en la que incluso el dolor actúa como medio de potenciación. Donde hay vida hay repentinos estallidos de fuerza – lo vivo quiere desplegar sus excesos
 
Voluntad de vivir. Voluntad de poder

Esa voluntad de reafirmación impulsa incluso a seguir pensando, tiende a que una vida continúe resistiendo las presiones y las sobrecodificaciones de una educación interminable, de una exigencia generalizada que menosprecia las singularidades y las condiciones reales de existencia

La lucha es siempre por una nueva tierra conectada al cosmos y se lucha contra los modos de subjetivación, el lenguaje y las imágenes que nos son impuestas desde lo establecido. En las circunstancias actuales el sujeto está como paralizado frente a la acción, y en este caso, ya no se puede hablar de actuar en tanto sujeto sin estar siempre sujetado por las nuevas tecnologías que convierten a los seres en megamáquinas como banco de datos, de algoritmos, de flujos de información
 
Los procesos de subjetivación están subordinados a una dependencia generalizada y no son solo las poblaciones humanas las que están digitalizadas, sino que la totalidad del mundo es la que se redujo a esas imágenes. Enterarse de lo que sucede a través de ellas es la tarea del día.  El mundo es una pantalla y  un cerebro súper saturado. Es un mundo sin Afuera. Lo exterior se reencuentra en el interior porque ya estaba allí, en los sujetos formateados de antemano

Ya solo tratamos con “imágenes flotantes”, clichés anónimos que circulan por el mundo exterior, pero que también penetran en cada uno y constituyen su mundo interior, hasta tal punto que cada cual no posee en sí más que clichés psíquicos por medio de los cuales piensa, siente, se piensa y se siente, siendo él mismo un cliché entre otros en el mundo que lo rodea

Se vive una clausura vital, una adecuación al encierro -  aún en medio de una exterioridad como dato mínimo -  que no llega a la claustrofobia todavía, porque media una aceptación de estímulos que van siendo implantados in crescendo por un modelo que se adueñó de nuestros posibles a través de clichés que informan nuestras percepciones, nuestras acciones, nuestros pensamientos, nuestros enunciados, un colectivo imaginario digitalizado, que se activa cada vez que pulsamos una tecla, un mundo de autómatas de carne y hueso
 
Hablar es una manera de transmitir las consignas de una formación social dada; ver consiste en recortar lo visible y en hacer proliferar las imágenes de acuerdo a las consignas; actuar consiste en utilizar el cuerpo conforma a las consignas y al recorte de los cuerpos 

Se habla, se ve y se actúa de tal forma que solo se ve aquello de lo que se habla, que solo se habla de lo que se ve y que se actúa conforma a esa relación, la redundancia como función social

Lo visible y lo enunciable se controlan mutuamente determinando a priori el lenguaje y el pensamiento de cada uno y de todos instaurando el reino de la opinión compartida –  convenientemente rebautizada “sentido común” -  mientras nuestra potencia de elegir es nada más que una bitácora preestablecida,  modos de existencia y pensamiento – para – el- mercado
Se tiene un porvenir – conformado según las leyes instaladas –  no un devenir de potencias que se sublevan y que nos arrastran hacia algo no personal
 Lo más inesperado, lo más insignificante, puede precipitarnos en un devenir… Cualquier cosa puede ser su asunto pero un asunto de cariz político

El devenir sensible es el acto a través del cual algo o alguien incesantemente se vuelve otro sin dejar de ser lo que es

La solidez de las relaciones de poder radica en su transversalidad, en que operan como redes, y en que cada uno de nosotros irreversiblemente habita una y por ende forma parte  de la misma situación, y así, ya sea críticamente y en los intersticios, igualmente participa en la positividad del sistema, ya que la conflictividad prospera según líneas irreductibles de un diseño global y de una estrategia unitaria. No obstante siguen habiendo frentes de resistencia desde una paradojal clandestinidad, fisuras del modelo por las que se derrama lo imprevisible y que puede abrir paso a los pensamientos nómadas que deconstruyen las maniobras de las mayorías, y que en lugar de enunciar imperativos irrealizables se abren a las intensidades creativas y tienen en cuenta la vida 
La racionalidad, fuera de sí, se saca a sí misma de quicio. Lo que el nuevo concepto viene a decir es impensable, es un monstruo prodigioso que solo permite pensar lo impensable al precio de hacer saltar los engranajes del antiguo marco conceptual

Los conceptos están vivos; no son la conclusión de ninguna dialéctica, ni se los crea como resultado de una decisión calculada. Aparecen en situaciones críticas para encontrar una alternativa allí donde no la había

La historia contemporánea está siendo dominada cada vez más por un incremento de reivindicaciones de singularidad subjetiva que, con total ambigüedad expresan una aspiración a la liberación, pero que al mismo tiempo encarnan reterritorializaciones conservadoras de la subjetividad
La jerarquía institucionaliza la desigualdad que es la que funda el estado. La igualdad en cambio nos exige estar alertas ante toda autoridad. Nos provoca ser indóciles

 No vivimos en un mundo donde toda acción política es imposible. Vivimos en un mundo donde lo imposible es la condición de toda acción

 
Ver  
Julia Vincent Blog, post 97 Sensura                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  

  

Febrero 2019