una vibración inmóvil
hay una geometría perversa de uno y otro lado de los signos
una cartografía quebrada por donde las almas atraviesan las horas y flotan en el caos de un tiempo desquiciado
siguen antiguos pasos al borde de la red perezosa de los días
gestos obstinados resignadamente recomenzados
igual que las piedras apiladas retienen la perseverancia del universo
nuestra presencia irremisible es un ejercicio sostenido de la errancia
una combinación del azar el alba y las cenizas
se aprende a no ser nadie al filo de la disolución
y a que las palabras digan a punto de polvo y herrumbre
lo que los dioses ven sin esfuerzo
una vibración inmóvil en el interior de los signos
Abril 2019