Una llama
el alma es a veces una certidumbre confundida
se extravía y se pierde tras el rostro imposible
solo la locura arde con luz propia en la intemperie de un presentimiento silencioso
y solo los fuegos sobreviven atravesados por caminos invisibles rescoldos y cenizas del mismo infierno siempre
El enigma obstinado se desvela en el momento en que el mundo se contrae lentamente de un extremo al otro del anochecer
cuando el ojo insomne roza la suavidad de lo que huye
y perderse en lo hondo es casi una extenuación del aire
un anonadamiento ante la desmesura
entre el deseo y lo real cae la sombra
como la espera del alba suspendida en medio de la noche
una llama bajo los párpados
Mayo 2019