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250 - Lecturas - Un acceso al misterio
Inconscientemente aún somos sujetos teóricos y sistemáticos, crecimos formateados en teorías y nos habita cierta nostalgia, cierta añoranza -allí en el residuo de la memoria - por esos grandes metarrelatos que nos explicaban todo y nos "solucionaban" la vida.
Esos sistemas que partiendo de unos pocos principios, resolvían el ser íntegro, y mediante creaciones ideológicas aspiraban a guiarnos en lo que llamaban “realidad” olvidando que solo eran ficciones útiles o regulativas, y que las teorías y los sistemas eran solo andamios de palabras que bajo ciertas hipótesis intentaban solo una explicación falaz del mundo
 
Al construir sistemas y teorías se construye un régimen de conocimientos sobre un determinado dominio de objetos más o menos formalizados, pero a la vez esa teoría se automatiza, cubre el cuerpo hasta cegar los ojos, que se extrañan y se vuelven unos ojos otros que ya no se librarán de sus visiones, de sus automatismos teóricos. Así la mirada queda cautiva de un punto de vista, restringiendo la atención, percibiendo cotidiana y habitualmente - todo se muestra previsible en unos pocos detalles. Así la vida se va esfumando, transformándose en nada mientras la automatización engulle los objetos, los hábitos, las personas, los vínculos. Solo quedan los hábitos del mirar. Una “cura” para este automatismo es el arte – la poesía - que es un medio de experimentar el devenir del objeto

Hoy, que todo se ha corrido de lugar, las retinas están más gastadas, los oídos más cerrados, este presente intenso - que no eterno - es un movimiento, un tempo que con-mueve, que concierne a todo, por eso este hoy necesita las voces que señalen en lo ínfimo, lo insignificante de todos los días, esa maniera que tiene el capitalismo de entrometerse en los hilos que tejen la trama de la vida, tan “naturales” que forman parte de nuestro paisaje cotidiano y que se tornan invisibles, lo que hace imprescindible poner de relieve aquello que difumina las fronteras entre aquí y allá

Lo oculto es ese mundo que se halla demasiado cerca, que no podemos eludir - del que también somos parte – y que por ser tan visible deja de serlo y requiere de todo un arte para evidenciarlo, el Ars política, el arte de prestar suma atención ante el contundente “sentido común” del capitalismo - nuestro mundo semiótico, corporal y afectivo -  y que por tal razón, consideramos nuestro modo de existencia excluyente, sin quizá darnos cuenta del todo de la perversa organización de energías colectivas que propone - un sistema de flujos reorganizadores móviles - ciertos modos de propiciar sentido y obstruir otros, de estimular algunos deseos y desestimular otros

Es un entramado muy denso, de gran complejidad, que contribuye a dificultar su funcionamiento y la articulación de las fuerzas de resistencia y protección

El capitalismo es lo que no deja inventar los medios de someter a sus propias exigencias aquello a lo cual se enfrenta y las consecuencias no le incumben, las externaliza (otros son los que pagan) o las define como materias potenciales para nuevas operaciones

Así, se organizan los flujos para establecer las reglas de juego y externalizar sus consecuencias o convertirlas en una nueva zona de mercado. Este es el centro innegociable de los flujos reorganizadores móviles que capturan objetos o ideas sublevadas a sus exigencias

Las estrategias, las alternativas infernales, son la clave para naturalizar la violencia y el sufrimiento y son las que evidencian como las poblaciones aceptan como naturales dinámicas que las perjudican
 
Se trata de las falsas dicotomías generadas pacientemente por los secuaces que estructuran toda la vida política (o la destruyen) encubriendo lo evidente: nada se elige, si se cae en la alternativa - que por otra parte es casi ineludible – porque ya se han aceptado las reglas

Las alternativas no se imponen inmediatamente a nivel global, sino que son el fruto de fabricaciones pacientes en muy pequeña escala, de experimentaciones precavidas, porque siempre se trata de capturar sin alertar demasiado o induciendo alertas que no van directamente a su objetivo y eso con tanta mayor eficacia cuanto que las innovaciones, la mayoría de las veces, no son gobernadas por un plan. Hacen su camino y se imponen dando la impresión de ser naturales y  de sentido común

Ante esta situación parece que caemos en otra alternativa ineludible – otra trampa - aceptar lo que parece indestructible o denunciar el sistema, o hay un engranaje monumental armado de una vez por todas y que sobredetermina todo o se subestima la sofisticación de sus mecanismos. Si el capitalismo cayera ante la crítica, hace tiempo que no oiríamos de él
 
Si el capitalismo decide los términos en los que puede ser rebatido, sería necesaria una palabra que implique una transformación en quien la pronuncie, una palabra de la que no se pueda salir indemne

Ya vimos que las alternativas capturan todo aquello que se le resiste pero además brindan la clave para comprender que además de ser un sistema de flujos móviles, es algo más, es un sistema brujo - sin brujos que logra embrujarnos a través de las alternativas, afirma Maldonado en sus palabras al prólogo de La Brujería capitalista (Stengers y Pignarre) al que se refieren estas líneas

Esta afirmación puede dejarnos perplejos, o no

No se está diciendo que el capitalismo es como un sistema brujo, sino que es uno de ellos, porque logra captar y cambiar el sentido de las fuerzas que se le oponen; porque logra definir la idea de mundo y eclipsar todo lo que se aparte de esa idea; porque opera violentamente como por arte de magia, pero sobre todo porque es performático porque no podría existir sin un conjunto de” recetas”

¿Cómo prevenir que este discurso no pase a formar parte del sistema, aún oculto en los intersticios de su engranaje, y quede flotando en su omnímoda organización?

El capitalismo como modo de vida no se refiere a un tipo especial de objetos o de lenguaje sino que se define por el modo de capturarlos, hacerlos circular y debilitarlos (sin que se perciba su veneno). Si el capitalismo logra que nuestra percepción se intoxique hasta la saturación sensible, se alienen las emociones al punto de la indolencia y el cinismo, en estos casos los contraembrujos  - fuerzas  que se interponen al trayecto de otra y logran desviarlas - son imprescindibles


La magia es sobrenatural en la medida en que la naturaleza es un continuo indeterminado, azaroso y en permanente mutación: nada más sobrenatural que la naturaleza
Desnaturalizar es hacer emerger la potencia, el indeterminado, los posibles, devolverle el encantamiento al mundo
Aceptar el misterio no remite al oscurantismo ni al caos sino a la aceptación de la indeterminación, de la creación y del acontecimiento como parte de la vida

La mirada bruja pone en el centro lo que el sentido común desapercibe. Para sobrevivir al capitalismo (oponerse a él) es imprescindible prestar atención a nuestra vulnerabilidad

Es frecuente que quienes escriben no se protejan de los efectos de sus propias afirmaciones, queden desamparados, y terminen consolidando aquello que intentan defenestrar 

Hacer del cuidado una zona privilegiada de atención es quizá la más importante de las tareas
 


Diciembre 2019