Un mundo que en este tiempo hipócrita, nos obliga a indagar zonas de indeterminación, buscar otra manera de mirarlo, de pensarlo, con miras a una justicia desterritorializante: una ética de la desterritorialización que decodifique nuestras relaciones recíprocas y con nosotros mismos de tal modo que percibamos como menguan o acrecientan la existencia, una perturbación epistemológica que desacomode los núcleos de pensamiento práctico que sustentan nuestras experiencias y que abarcan desde grupos organizados que amparan las relaciones comunitarias hasta el virus del capitalismo que inocula nuestras vidas
El pensar se concibe a través de los usos que
origina, las conexiones que inaugura. El objetivo es combatir ese triste estado en que
nosotros y el mundo nos encontramos porque ya no hacemos conexiones. Un
estilo de pensamiento que sitúe la experiencia antes que la ontología. El Y
antes que el ES
Es imperioso pensar la posibilidad de una
biopolítica positiva, una disyuntiva al modelo mundial hegemónico de poder; un
ethos moderno, una manera de ser propicia a una comunión entre nosotros en
cuanto esencias singulares, ya no más subordinadas a la representación ni a la
homogeneización de modelos. El mundo es intraducible a lo estable, ya que la
naturaleza es el fondo dionisíaco de la realidad y las cosas no están
terminadas como para ser conceptualizadas
Las líneas de fuga nos hacen repensar el espacio
social - o la idea que nos hacemos de él - acoger la microdinámica de una vida
que no esté atrapada en un espacio abstracto alienante. Líneas de fuga,
devenires que aparten a los seres de la norma para que puedan inventar su
singularidad. Los devenires están en el entre, y en ese entre de
desimbolización permanente se abren las multiplicidades
Si las horizontales y verticales conforman un
mapa instituido, las diagonales y transversales trazan para las mayorías
singulares otras dinámicas cuyo trazado sugiere zonas de indistinción de las
que pueden surgir los devenires. Se trata de ocupar un espacio abierto, de
conservar la posibilidad de surgir en cualquier punto. No son líneas que van de
un punto a otro sino puntos que son las intersecciones de muchísimas líneas
enmarañadas capaces de dibujar otros espacios, un movimiento que deviene
perpetuo sin meta ni destino, sin salida ni llegada. Y se ve magistralmente en la
pura estrategia del go frente a la pura semiología del ajedrez. El nomos del go, frente
a la polis
del ajedrez, el espacio liso del go frente al estriado del ajedrez.
Mientras el ajedrez codifica y descodifica el espacio, el go lo territorializa
y lo desterritorializa mediante la ruptura interna de su territorio. Otra
justicia, otro movimiento, otro espacio-tiempo
Desterritorializarse uno mismo renunciando, yendo a otra parte
Jamás deberían dibujarse espacios sociales con las coordenadas cartesianas
Las poblaciones son sobrecodificaciones con
sistemas educativos, títulos, políticas, exigencias, una imposición
materialista de quienes se benefician con el éxito de una minoría y el fracaso
y frustración de la mayoría en un mundo reglado por la razón científica
La crítica radical de este Hoy debe superar los
obstáculos de los discursos invariables producidos por la Modernidad buscando
coincidencias con otras epistemes para poder crear dispositivos de experimentación
que se confronten con la impiedad que se ve venir, como negación anticipada de
toda experiencia política alternativa al núcleo de poder neoliberal. Pero
el problema con la abstracción no es solo de carácter epistemológico sino de
comunicación con la existencia. Es la noción de una desconexión que no comunica
nada a nuestra existencia
La experimentación forja relaciones que no están
dadas de antemano, que no encajan como piedras de un rompecabezas, cuyas
piedras reconstruyen un todo, sino que se parecen más a piedras reunidas
transitoriamente en un muro sin ligar con argamasa. La coherencia de los
conceptos en filosofía deben su existencia a los problemas que introduce un
afuera que aparece antes de que las cosas se acomoden en acuerdos
El conocimiento no comunica con la existencia,
la desconecta. Solo al componerse esa desconexión hay comunicación entre
existencias y ya no entre fragmentos. Sería la expresión en el pensamiento de
una vida común, y entonces solo entenderíamos aquella realidad, que somos en
una serie de conexiones
La verdadera tragedia epocal no tiene que ver
con la “verdad” sino con la
incomunicación. Así Deleuze se lamenta de cuán lejano de la vitalidad de la inmanencia
continúa el pensamiento contemporáneo y de cómo esta experiencia de la
incomunicación succiona también el conocimiento desvelando una organización
dedicada a la universalidad del “saber ignorar”
El imperativo ético clave de Deleuze es que el
sujeto humano debe hacerse digno tanto de la singularidad de los
acontecimientos como de las conexiones indefinidas (y, en principio, infinitas)
entre este acontecimiento y todos los demás. Lo singular y las conexiones están
en contacto pero piden respuestas
diferentes
Hago, rehago y deshago mis conceptos a partir de un horizonte móvil, de un
centro siempre descentrado, de una periferia siempre desplazada que los repite
y diferencia, una actividad hacedora de diferencias - una
magia - en un mundo de devenir caracterizado por el flujo de la simplicidad
fundamental - o de la molecularidad
- en el corazón del universo. No es una
técnica de disolución del ego sino de experimentación práctica con un plano de
inmanencia pre-individual, el océano del devenir. Deleuzianamente, la
conciencia es un campo trascendental que puede ser distinguido por la
experiencia en tanto no se refiera a un objeto ni pertenezca a un sujeto. Este
campo trascendental es un puro plano de inmanencia que se constituye como un
campo trascendente cuando produce la conciencia como efecto
Deleuze aporta un personaje conceptual
pre-filosófico, el brujo-filósofo que permite acercarnos al desafío de
liberación de este presente, trazando sus planos de inmanencia donde anidan las
fisuras conceptuales de la filosofía crítica. Este personaje se encarna en un
cruce de brujo y filósofo
Parecería no haber afuera de la captura mundial
del poder, solo un mundo que requiere de toda la ayuda posible para realizarse.
El brujo - filósofo debe asumir la negatividad hacia el sistema con una cautela
metódica antidogmática y crítica. Debe soslayar la invalidez teórica del otro
sin asumir una crítica reactiva, más bien buscar desde lo afirmativo los
rizomas, los ritornelos y los puntos de fuga que se diseminan en el horizonte
alternativo de la Modernidad
El brujo-chamán no queda limitado por la determinación objetiva de lo real
sino que es sujeto activo e implicado, lleva adelante una
negociación y relación ante fuerzas virtuales de difícil manipulación y conocimiento
El poder individual del brujo-chamán es directo y activo dentro de la
incertidumbre final del proceso y la intervención, los recursos instintivos,
intuitivos, racionales, emotivos y espirituales cuentan ante situaciones
irrepetibles, únicas que no reconocen dogma ni concepto cerrado( ni
regularidades estadísticas) en estos trámites con el espíritu que rompe la
norma. En cambio exige rigor y respeto de la ritualidad operatoria para
conseguir el restablecimiento holístico del orden y la armonía
A nivel hipotético, en la conciencia occidental, sería necesario pasar el
puente del paradigma de la física newtoniana al de la física cuántica para
ensayar comprender análogamente la praxis chamánica, si no, es muy difícil
comprender la subjetividad interpretativa no solo individual sino fundamentalmente
colectiva y la objetividad de sus intervenciones. El mago nunca es capaz de
saber realmente su deseo excepto en el nivel subconsciente que es pre-individual
Cuando se abre el mundo de la singularidad
pre-individual se pisa el campo de la trascendencia que opera como una
conciencia pre-reflexiva, a-subjetiva, impersonal
El error de su valoración remite a las falsas
expectativas y actitudes soberbias pertinentes a los juicios en nombre de la
racionalidad característica de la época de la Ilustración. Hablar de
objetividad y subjetividad en tanto dualidad de un mundo no tiene sentido para
la tradición chamánica, para la cosmovisión oriental ni para la física cuántica
El devenir nos ofrece una estructura y es allí
donde puede observarse el proceso de sumergirse en la conciencia orgiástica
como la técnica principal del brujo. La multiplicidad de multiplicidades,
siempre y totalmente cambiante, configura el plano de actividad, pero los
cruces de fronteras no son nunca predecibles y abren ruta impredecibles para
acceder a la conciencia
Sería esclarecedor desarrollar la genealogía del
orden del discurso moderno y sus dispositivos de poder para comprender más
profundamente la historia de la dominación e imposición del nuevo modelo
universal y sus implicaciones actuales
Es posible pensar la crítica al poder como
diferencia o exterioridad del sistema de dominación. Para el conjunto de las
ciencias sociales la configuración de actores y movimientos sociales va de la
mano necesariamente con las reconfiguraciones de la geobiopolítica mundial. Así
se han transformado las relaciones políticas y el contexto entre el centro y la
periferia
Es necesario construir o recrear hipótesis y
conjeturas allí donde el lenguaje no dispone de significados ya instalados en
el imaginario y las prácticas sociales
Crear es sin centro, anterior a las identidades y a las
identificaciones, inventar nuevos hábitos para decir yo y nosotros.
Cada uno tiene una vida anterior a las identificaciones que nos ligan a
territorios familiares, sociales, nacionales, sexuales e irreductibles a ellos.
Devenir otro es la naturaleza no definida históricamente, sin atributos. Existen
zonas de indeterminación, zonas en las cuales las cosas pueden tomar
direcciones imprevistas o desordenadas con lógicas sin validar que acompañan a
la mayoría de las formas de organización y el pensar se relaciona de manera
peculiar con ellas porque pensar es experimentar
Sostener la posibilidad de fuga a la totalidad
asfixiante y cerrada – y la de que el
brujo-filósofo como personaje conceptual abra marcos al pensamiento, ni
causales ni dogmáticos, poniendo en duda el pensamiento cartesiano-newtoniano,
nos ayuda a pensar a las instituciones del saber y poder modernos desde la
marginalidad. Un personaje que nos permite imaginar el Afuera del modelo
hegemónico de poder mundial, una voluntad de reafirmación que aspira a que la
vida siga resistiendo las exigencias de un sistema
Es necesario deshacerse del sujeto objetivo
individual y trascendente, incorporando la inmanencia, un puente conceptual con
la relacionalidad cósmica – animismo, taoísmo y budismo – con los imaginarios
que no disponen de distinción dualista – naturaleza/cultura, sujeto/objeto. Cambiando
las polaridades, las dualidades estructurales como adentro/afuera disolviendo
centro y borde, se puede percibir la paradoja de una vida como inmanencia neutra más
allá del Bien y del Mal, una inmanencia policéntrica sin exterioridad, una
unidad diferenciada y sus multiplicidades
Los sistemas de dominación históricamente han
utilizado argumentos disyuntivistas como piedra angular del discurso de
sometimiento. Contrariamente, en la visión mítica de los pueblos autóctonos de
América, por ejemplo, a pesar de la heterogeneidad de los discursos de la
creación y de sus divinidades, no hay ninguna posibilidad de separación entre
sagrado y profano, ya que todo es sagrado
La univocidad no es algo dado sino una potencia
generada y generativa producida solo como una potencia absoluta de pensar
que, por ella misma, es igual a la potencia absoluta de producir o de actuar. Dicha
univocidad se reconoce en el tratamiento
entre lo universal y lo particular,
pensar la inmanencia como conectividad a-céntrica y diseminación no jerárquica. Hay una voz
irreductible de los espacios humanos, subalternos, subordinados y silenciados,
las víctimas del sistema-mundo
Pero no hay Afuera de la Modernidad y del
capitalismo, hay pliegues del Afuera. Hay un solo mundo, es decir múltiples mundos,
incluidos, paralelos y alternativos La puesta en duda de un Afuera sustancial
de otro mundo no implica negar la multiplicidad de identidades y temporalidades
otras. El
Afuera-exterioridad es el punto de fuga de la univocidad de las multiplicidades
incontables, la posibilidad de subjetivación otra pero interna al
sistema – el pliegue del Afuera – es decir al marco hegemónico normalizado,
disciplinado y revalidado
Hay una sustancia única que define un plano de
consistencia unívoco e inmanente sobre el cual circulan los distintos modos
finitos, los grados singulares de intensidad: la vida de las
singularidades en un mismo plano ontológico de variación universal: lo Uno y lo
Múltiple, la sustancia y los modos que remiten a las complicaciones que
designa la presencia de lo Múltiple en lo Uno y del Uno en lo Múltiple
En la Edad Moderna la creencia no depende de si
dicha creencia está puesta en el objeto correcto sino de si produce el efecto
correcto, o sea si renueva nuestra creencia en el mundo al expandir nuestra
receptividad en contra de los efectos aniquiladores del hábito y de la búsqueda
de control. La disolución de la creencia es una condición previa para las
técnicas del devenir
La magia del caos, al utilizar una técnica
llamada variación
de paradigma tendiente a destruir las estructuras del ego, en realidad
usualmente se emplea para negar o suspender la creencia y soltar la realidad
consensual, una situación similar al
escepticismo filosófico, pero en este caso se refiere a una creatividad aumentada
y no a una tranquila y contemplativa quietud como parece sugerir el término ataraxia
- que desemboca en la epoché husserliana – y que fue una de las metas del
proceso escéptico. Por tanto, la actividad realizada sobre la creencia es menos
un proceso de negación y deconstrucción que un proceso para liberarse y
permitir un
pleno flujo de vida
O se trata de remover el ego y disolver el sí-
mismo o de la expresión de una mayor vida pre-individual
Deleuze sabe que las estrategias y modelos de devenir
presuponen una estructura fluida de la creencia, pero no cree que esto sea otra
cosa que el paso previo a un proceso creativo. Además, el impulso detrás de la
lucha contra la creencia es acabar en el nihilismo contra lo que ya nos ponía
en guardia Nietzsche
La afirmación deleuziana de la experimentación
jamás es reductible a los éxitos o fracasos de un experimento particular, de un
único ser viviente, sino a los aspectos virtuales encarnados en una vida. Lo
que sobresale en sus meditaciones acerca del arte es la búsqueda de los signos
de una medicina, de una especie de poder reparador que pueda unir al sujeto con
las fuerzas creadoras más allá de la vida y de la muerte. La pregunta es si el
arte puede indexar la búsqueda de la tradición hermética de un conocimiento
curativo de la naturaleza unido a un proceso de regeneración cósmica, psíquica
y espiritual
No hay conclusiones inequívocas acerca de
Deleuze, y es de suponer que no le disgustaría esta afirmación, ya que ha sido
elusivo ante algunas cuestiones que merecen otro espacio, pero sabemos que fue un pensador de
lo irrepresentable, trataba de percibir lo imperceptible, de vislumbrar en el
pensamiento lo que está más allá del pensamiento - aquello que nos
fuerza a pensar pero que no puede ser en sí mismo pensamiento. Así el individuo
“diferente” que se experimenta a sí mismo como múltiple, que deviene
intensamente, es afirmado por Deleuze no en su estado actual o final sino tan
solo en su movimiento, en el movimiento de “una vida” que es impersonal,
intransitiva y que está enigmáticamente presente en los individuos constituidos… hombres que
ya no tienen nombre aunque no se confunden con ningún otro
una vida que es atropello, saltos cuánticos, error y azar, resistencia a lo
inerte
Leer a Deleuze, dejando apreciaciones subjetivas
de lado, es una tarea infinita. Uno cree a veces que está por arribar no sabe
bien adónde, porque partió sin saberlo, pero tiene la sensación de que acaba
cerca de donde había comenzado, mas no igual. Las cosas parecen comenzar de
nuevo pero se disponen de otra forma. Resonancias zen
En el comienzo las montañas eran montañas y los ríos eran ríos,
luego, las montañas dejaron de ser montañas y los ríos dejaron de ser ríos, todo fue uno, y, finalmente, las montañas volvieron a ser montañas y los
ríos volvieron a ser ríos
Enero 2020