a dónde
nos inclinamos ante la existencia rendidos de nosotros mismos
en cada cumbre esperan los incesantes umbrales
la exigencia de asomarse a los bordes cada vez
desasidos y perplejos
la melancolía arrasa la cordura y se asila en la sombra
un día tras otro nos subimos al viento
para llegar a dónde si no tiene lugar
el alma es un país extraño y no hacemos más que chocar con el misterio
un compañero invisible que baila con el enigma
que roza las sienes donde se asila un deseo inexpresable
la ilusión que nos arraiga a la existencia
un fuego que se enciende en las cenizas de otro fuego
siempre es la pasión la que acecha la distancia
un vacío por vivir
Setiembre 2020