el agua se apacigua en un desmayo de espuma
y el mar vuelve a soñarla en una tempestad azul
rostros trasnochados se ocultan tras máscaras que ignoran los amaneceres
retinas usurpadas merodean los cielos de astros
apagados
-negra es
la noche de la intimidad inescrutable del alma-
la luna perdida vista cerca del ocaso brilla con
un resplandor de niebla
ojo insomne en el espacio que señala un tiempo que
agoniza
a pesar de todo insobornables pasiones nos devoran
nos llevan y nos traen con la inexorabilidad de
las mareas
nos subimos al vértigo del mundo en complicidad
con el abismo y
un eco antiguo nos alcanza como ofrenda de una
ausencia
de una herida irrestañable que guarda todo el
secreto
Enero 2021