una penumbra de voces
gravita en torno a la nada de la condición humana
una especie de sonido que guarda el eco de lo
impronunciable
una densidad del aire que se cuela entre los días
impaciencia de vivir aferrado a una nube
al polvo errante de una estrella fugaz
entre intensidades turbulencias y fuegos fatuos
transitar la propia oquedad acurrucada en un
temblor
suspendida en el tiempo
en la insignificancia clavada en la palabra como
grito de la oscuridad de la existencia
escuchar el agua que se derrama
oír la ausencia
el sempiterno no querer pertenecer que se ha
vuelto demasiado
extraviados de sí mismos
perdidos en el ruego frente a lo ilimitado que
irrumpe en la contingencia de vivir
se arquean hacia la tierra disueltos en el Azar
el sol desaprensivo sigue iluminando el quebranto
del mundo
Marzo 2021