siempre hay una voz ausente caída a los pies de una plegaria
la ilusión de que algo persiste en la sonoridad de la palabra
un sonido fugaz que nos salva de la calamidad de
todo y
vibra en el infinito mar que naufragamos
a veces oímos la oscuridad
atados a la noche por lazos de silencio
habitando un lenguaje sin ruido donde el mundo se
desviste
y retumba en el hueco de los huesos
y la tierra tiembla
la tiniebla se esconde bajo los párpados
flotando en la nostalgia de un lugar inhallable
donde caben todos los deseos vaciados de nombre
y una realidad que no es ausencia
los amaneceres que huellan toda la luz del mundo
Abril 2021