desplegar menu

366 - Lecturas - RETORICA Y PERSUASION. Carlo Michelstaedter
La civilización es la historia de los hombres incapaces de vivir persuadidos y que construyen la enorme muralla de la retórica, la organización social del saber y del hacer para ocultarse a sí mismos la visión y la conquista de su vacío



Estas líneas pertenecen a Carlo Michelstaedter, alguien que entre 1908 y 1910 se embarcó en una tarea por demás heroica, la grieta que desgarra al común de los mortales entre la persuasión y la retórica, los dos conceptos clásicos de Platón y Aristóteles y con cuyo nombre presentará su tesi, pero su escritura fue bastante más lejos rescribiendo, transformando de manera radical, ambos términos

Luego de terminarla y enviarla como su tesi laurea al Ateneo Florentino pidió a Argia Cassini le hiciera escuchar al piano la Séptima Sinfonía de Beethoven. Acto seguido decidió irse de este mundo para siempre. Tenía solo 23 años y un espíritu refinado y visionario que logró remover debajo de las pesadas piedras de la retórica los restos fulgurantes del fondo más ancestral de nuestro saber

Estas líneas no van a bucear en la interpretación de los motivos de su drástica decisión, ni en sus circunstancias biográficas, ya que una experiencia de esa índole no puede ser capturada por ninguna palabra definitiva. El interés radica en la transmisión de algunos fragmentos de su escritura, en los que puede experimentarse su luminosa interioridad que atraviesa como una grieta el pensamiento moderno de una sociedad decadente, la nuestra fatalmente, que da la espalda a lo humano, se opone al singular e ignora la persuasión.

Aspiran a dejarse provocar por ese toque del Afuera que hoy encarna Carlo Michelstaedter

Hoy vivimos en medio de un discurso retórico homogeneizado y se echan en el olvido otras formas de comunicación humana basadas en la persuasión. RETORICA Y PERSUASION es un diagnóstico preciso del alma humana en su caída y una Summa de preguntas que aún siguen interrogando nuestro presente

 

Hay un antagonismo radical que separa al animal del conocimiento que alcanza a sostenerse en la punta extrema de su saber, indiferente tanto a la espera como a la desesperación, enteramente persuadido de la plenitud del instante presente, y, del otro lado, el común de los mortales, abducidos por la ilusión de una vida futura, demorándose en una experiencia meramente retórica del presente, engañados, entregándole a esa retórica la propia vida

El hombre descansa sobre lo voraz, lo insaciable, lo repugnante, lo despiadado, lo mortífero, en la indiferencia de su ignorancia, y, por así decir, montado en sueños a lomos de un tigre. El arte dice “dejad que siga montado a lomos de un tigre”,es más poderoso que el conocimiento porque él quiere la vida y el segundo no alcanza como úlltima meta más que el aniquilamiento. Nietzsche intuye la soberanía del persuadido para quien cada instante se sostiene por sí mismo y no apoyándose los unos sobre los otros, vencidos, inclinados sobre el instante imaginario de la solución siempre por venir. Michelstaedter, por el contrario, piensa que es posible conservar el equilibrio en la intensidad de esa luz sin consumirse

 

La persuasión es la posesión presente de la propia vida y de la propia persona, la capacidad de vivir plenamente el instante sin sacrificarlo a algo venidero o supuestamente venidero, destruyendo la vida en la esperanza de que pare lo más rápido posible

Si abrimos los oídos todos dicen lo mismo. A pesar de la distancia los espíritus se encuentran en el mismo camino. Hablarán, pero la vacuidad del lenguaje – la palabrería – es lo opuesto del pronunciamiento atemporal de unos pocos

Cada uno sabe solamente lo que es bueno para sí mismo y se sirve del otro como de un medio para un fin propio. Es el Credo del individuo fragmentado

Toda palabra dicha es la voz de la suficiencia. Cuando uno habla afirma la propia individualidad ilusoria como absoluta. El sujeto en cuanto que dice se finge sujeto absoluto, pero el sujeto que se da de hecho, es la ilusión de la individualidad, un querer decir que es el necesario presupuesto de todo discurso, la intención. La primera persona del discurso no es el sujeto de la intención. El yo no es jamás la intención significante del discurso, no menciona una cosa anterior a la ilusión sino un modo como todos los otros de la ilusión misma

 

El peso pende y anhela lo bajo

Siempre con la misma hambre de lo que está más abajo

 

El peso es por sí mismo un obstáculo para poseer la vida. El peso jamás puede ser persuadido

 

Vivir es un hecho intrínsecamente trágico

La vida consiste en perseguir la vida, sin embargo, alcanzarla es ser expulsados de ella. Si la vida consiste en falta de vida, si no le faltara nada más sería perfecto, se poseería a sí mismo y habría acabado de existir. No existe vida alguna jamás saciada de vivir  en presente alguno, pues es vida en tanto que se continúa, en cuanto se continúa en el  futuro cuanto vivir le falta

Cada uno debe salir de la lógica según la cual vive por vivir, vive porque vive – porque ha nacido debe tomar sobre sí la carga del dolor, subir un Calvario y entablar un cuerpo a cuerpo con la vida, poseídos por una misma hambre

Mientras viva irreductiblemente oscura el hambre de la vida todo lo que vive se convence de que es vida y corre en el tiempo. Es la persuasión ilusoria, la vicisitud de una voluntad siempre tras una posesión imposible

Cada cosa se destruye, acontece y pasa transmutada en un constante desear, y como nunca la voluntad está satisfecha sin fin, sin cambios, está en cada momento entero y nunca finito el indiferente transmutar de las cosas, el infinito deseo

La voluntad es siempre voluntad de cosas determinadas, y, como en todo momento el tiempo le impide consistir, le retira la persuasión. No hay persuasión de cosa alguna, sino solo devenir respecto a una cosa, entrar en relación con una cosa. Tengo una cosa en cuanto la he tenido No poseo toda cosa sino voluntad de una posesión determinada. Ser es valor para una voluntad. Decir y querer decir expresa el mismo esfuerzo cada vez determinado y siempre ilusorio de la posesión, del sentido en el discurso y del valor por la voluntad

Retórica es la voluntad como carencia, la voluntad de posesión

Navegar por el mar abierto sin buscar temeroso el puerto y sin empobrecer la vida con el temor a perderla

Frente a lo que era para él una relación dada, en la cual, afirmándose, exigía perpetuarse, ahora él debe afirmarse no para continuar, debe amarlo, no porque sea necesario para su necesidad sino porque en esto que ES debe darse todo en ese todo para tenerlo: en esto él no ve una relación particular sino todo el mundo, y frente a esto, él no se reduce a su hambre, a su torpeza, a su carencia de afecto, sino que él también es todo. Pues en aquel último presente debe tenerlo todo y darlo todo, ser persuadido y persuadir, tener en la posesión del mundo la posesión de sí mismo, ser uno él y el mundo

No existe posesión de cosa alguna sino de un modificarse con respecto a una cosa, entrar en relación con una cosa que posee en la medida en que es poseído

 

La trama ilusoria alumbrada de placeres no es tan espesa como para impedir que la oscuridad de lo desconocido se vislumbre. Un dolor sordo y continuo que la sed de la vida reprime

El vidrio tiende un velo sobre la oscuridad exterior cuando se va apagando la luz, la imagen de las cosas queridas se hace más tenue y se hace más visible lo invisible

 

Cada uno es el primero y el último. Cosa entre las cosas, esclavos del más y del menos, del antes y el después, del sí y del quizá

 

Eso que hermana todas las cosas es el dolor, la percepción de una ausencia de fundamento, que habla con una voz muda y que puede por eso hacerse, paradójicamente, fuente de sentido. Palabra persuasiva, es por ello, evento, liberación del tiempo siempre idéntico de la retórica, en el cual el “mal es esto que no puede advenir”

Quien se halle en el grado de comunicación persuasiva verá en toda cosa todo, y, a propósito de cada cosa dirá siempre lo mismo… ¿cómo es posible decir siempre lo mismo y dar lugar al suceso? Es la paradoja de la persuasión, una razón individual y absoluta, no intencional y enteramente transparente, fuente de múltiples sentidos y, al mismo tiempo recogida en sí misma

En su presencia, en sus actos y en sus palabras, se torna núcleo, se hace cercana y concreta una vida que trasciende la miopía de los hombres, por eso, todas sus palabras son luminosas porque con profundidad de nexo crea la presencia de lo que es lejano

La persuasión no es muda, sino que es al mismo tiempo el sucederse de esa palabra inaugural, reveladora, posible solo en quien está disponible para dar voz a la experiencia de la negatividad del dolor

Entonces, el dolor mudo y ciego de todas las cosas que no son en aquel que quiere ser, ofrecerá, a quien no hubiese asumido el rol de esas cosas, la palabra elocuente y la mirada lejana, puesto que verá hablar aquel dolor en el placer gris, en los dolores finitos de todas las cosas que, por el miedo a la muerte, siempre lo reprimen

Solo la palabra que ha atravesado la nada, que habla en armonía con esto, resulta auténticamente persuasiva: no indica, no significa, pero es capaz de revelar, y hace aparecer sentidos ocultos, en aquello que está dado y es inmediato y cercano, el darse de una multiplicidad de los sentidos

El logos más alto no es el que pretende ser definitivo sino aquel que sabe revelar un sentido que excede el significado dado en el discurso, que no significa sino que comunica

 

 

Es retórica el registro de lo que la mayoría de los hombres dicen desear, de las cosas que la mayoría llama VIRTUD y PASION

El sentido no es lo que el ojo ve de esto que uno ha hecho sino la mente con la que lo ha hecho, pues solo con igual mente se puede revivir también el más humilde signo

La comprensión del discurso auténticamente persuasivo capaz de comunicar una experiencia de sentido no es la repetición de lo dicho sino el re-evocar y el volver a recorrer la experiencia que en aquello se manifiesta sin estar encerrado en ella. Quien hace un trabajo suficiente del mero repetir la cercanía que conoce no se salva, sino que se condena

Persuasión es fractura de la voluntad como auto conservación

La potencia y el acto son la misma cosa porque la persuasión niega el tiempo y la voluntad siempre deficiente

Quien quiera tener un solo instante de vida, ser solo un momento persuadido de lo que hace debe adueñarse del presente, ver todo el presente como el último, como si después viniera la muerte cierta y en la oscuridad crearse por sí mismo la vida

La persuasión no es la abolición de la voluntad sino una inmensidad y profundidad vertiginosa de la vida, caracterizada por la apertura no intencional al mundo

La vía hacia la persuasión es la de una investigación del sentido que no puede tomar la forma de una investigación si no quiere traicionarse a sí misma y, por lo tanto, no puede ser un método No es un proceder sino un permanecer opuesto al proceder, un pensamiento que se quiere a sí mismo queriendo

El lugar de la persuasión es un lugar cualquiera, cualquier punto donde uno está a condición de que allí permanezca

Persuasión es la flor, es lo que brota no buscado de una actividad que ve en cada cosa todo el mundo

 

 

Abril 2021