Hay una verdad existencial lejos de la idea de identidad constitutiva, una verdad que se aprende donde cada uno puso el cuerpo, la fidelidad a lo que no se ha podido dejar de ser
El sentido en lugar de ser lo que habría que descubrir y lo que habría que suponer sería lo que singularmente se compromete, se garantiza, se promete cada vez a cada momento, no detrás ni delante sino aquí mismo, en el lugar de exposición de una singularidad
El singular está siempre presente expuesto a cada instante y a los otros singulares, como otro, expone cada vez que se expone y todo su sentido está allí. Cada uno compromete un testimonio de existencia
¿Qué atestigua
el singular?
Atestigua que
existe
Hay ser
expuesto. Hay mundo
Uno no se
vuelve individuo el día de su nacimiento, no más que el día de su concepción,
no más de lo que lo será el día de su muerte, no más de lo que lo será más
tarde en la memoria de los otros
¿Cuándo se es uno? A cada instante