La lectura es dueña del signo; pero, ¿no es del signo y en el signo donde nace y muere la lectura, donde nace y se apaga la mirada?
Es el ojo quien desencadena la verdadera pregunta, la pregunta de las mil preguntas que dormitan en la letra y no en el oído
La apuesta
Apostar por la apuesta pero nunca por la elección que la condiciona
Optar por el
riesgo seguro más que por el hipotético logro
Salvar, de la
elección, la apuesta: realidad de la escritura
El envite por
el envite - como el deseo por el deseo, el amor por el amor, la aventura por la
aventura El objeto deja de ser lo que está en juego para volverse pretexto
Allí donde
nada puede resultar, el resultado es la prueba, tanto del no resultado previsto
como de la Nada
En el
principio era la Nada, que no tiene principio
¿Tendrá el
alejamiento sus grados? ¿La proximidad sus límites?
Se dan dos
tipos de descubrimiento en literatura: el de la obra realizada en el seno de su
no realización – llevada, en su inacabamiento, hasta el ineluctable término – y
el de la obra a medio camino de su sin cesar diferida realización: las dos me
interesan; una por el camino recorrido, la otra, por el que le queda por
recorrer
Tantas citas
de autores que he frecuentado, tantas notas escritas día a día duermen en mis
cajas de cartón…
Están aquellos
escritores, pensadores, soñadores, poetas que me abrieron los ojos y están los
que, a su vez, me han permitido mantenerlos abiertos. Están aquellos a los que
sigo leyendo con avidez y aquellos a los que solo leo de cuando en cuando.
Jóvenes creadores a los que me he asomado en estos últimos años o bien autores
anteriores de los que poco a poco me he ido desligando
La palabra
compartida es siempre palabra nueva
Los hebreos
comparaban el presente con un punto; en él veían el final del pasado y el
comienzo del futuro
Como el más
pequeño de los círculos – un nuevo centro -, así es como he definido el punto
en Le libre des questions. Punto del preludio y del término; pero ¿de qué fin?
Sin duda de aquel que deja tras de sí todo comienzo; amasijo de piedras
calcinadas de un edificio incendiado
La escritura
ignora el presente. La primera palabra rompe con el pasado para, virgen, hacer
frente al exigente porvenir
Embebida de
tinta fresca
Todo devenir
se funda sobre una incógnita que, una vez descubierta, se torna, súbitamente,
misterio inicial
El futuro
podría no ser más que la ignorancia de un pasado por descubrir. Esta ignorancia
es el verdadero saber, que, entre las estrellas, surca en la noche sus caminos
reales
Queda por
alcanzar esa noche
La
contradicción que alimenta la interrogación no desemboca en la nada sino en un
indecible que tendremos que poner en palabras
Hay en la
palabra un sentido que conduce a otro sentido que, a su vez, conduce a un
tercero que nos deja vislumbrar que aún estamos en el umbral de la palabra.
Agotar todos
los sentidos de una palabra en una sola. Esa es la labor del escritor
En el Todo
está la disgregación del Todo, como en el ser, está el desmoronamiento fatal
del ser. ¿Qué porvenir tiene todo esto? Sí,¿qué es lo que, a fin de cuentas, se
perpetúa?
Descomponemos
al hombre por entero. Tal vez demos con los elementos del pensamiento y de la
voluntad, pero lo que siempre encontraremos y no podremos resolver será esa X
con la que tropecé en otro tiempo. Esa X es la Palabra, que, al ser comunicada,
quema y devora a quienes no están preparados para recibirla
El
verbo no es el comienzo sino el límite. Es el término anterior, la adhesión al
peligro fatal que el hombre asumirá
Comienzo y
final de lo escrito no son más que perturbadora obsesión de la palabra, su
falsa movilidad
Puede que, en
mis libros, no haya intentado más que deshacerme del embarazoso “Yo” en
beneficio de un “Nosotros” casi anónimo
Escribir
consistiría, mediante las palabras, en acceder poco a poco a ese anonimato
Ser el otro y
permitir a éste ser uno mismo: vía oscura del anonimato
Siempre habrá
un pliego arrugado que se resista al verdugo, por el que una palabra húmeda,
como lágrima tardía, se derrame
Soy la
transparencia de esa palabra
Planta un
árbol en la tierra fértil de tu sangre. El alma también necesita sombra
La atracción
que ejerce el bien sobre el bien es igual a la ejercida por el mal sobre el
mal: una atracción infinita
El libro no se
abre de izquierda a derecha ni de derecha a izquierda, sino de arriba abajo:
una página en el cielo, una página en el polvo
Carta Blanca
Dejar al escritor, que comente, para nosotros, sus libros, es, de alguna manera, sacarlo de sus obras
Ahora bien,
frente al texto, el escritor se encuentra en la misma situación que el eventual
lector; el texto se nos ofrece tal y como podemos leerlo.
Es, cada vez, el texto de nuestra lectura, es
decir, un nuevo texto
El escritor se
escribe leyendo, el lector se lee en lo escrito
Cederás tu
nombre al pasaje
Grande es el
margen entre carta blanca y hoja en blanco. No es, sin embargo, en este margen
donde podrías encontrarme, sino en el todavía más blanco que separa el pliego
estrellado del pliego transparente; la página escrita, de la página por
escribir: en ese espacio infinito, por tanto, donde la mirada nos devuelve a la
mirada y la mano a la pluma; donde todo lo que se escribe se borra en su
escritura misma; el libro insensiblemente haciéndose en el libro que nunca se
acabará
Este es mi
desierto
La diferencia
entre la lectura del autor y la del lector tal vez resida en el riesgo de una primera
lectura ciega a través de la cual el libro se va a hacer y del que solo el
autor responde, y la posibilidad de toda otra lectura que, partiendo del texto
del que el lector se ha apropiado, le otorgará una dimensión insospechada
Así pues, una
lectura antes del libro, la del autor, y, una lectura después del libro, la del
lector
En el fondo
del océano, un texto indescifrado, fascina al escritor
Y si las
palabras que trae son negras, es, sin duda, porque una vez descubiertas, como
pulpos en alerta, empapados de veneno, hacen de su tinta su arma deslumbrante
La lectura es
hija de la luz
Creyendo
acercarse a su modelo, el libro va destruyéndolo a cada paso un poco más
Antes y después de la palabra está el signo/ y, en el signo, el vacío en que crecemos./Así, siendo herida, solo el signo es visible./ Pero el ojo miente.
Oh soledad del signo
Diciembre 15 de 2021