soportamos el
desdén de lo insondable
fracasando
siempre
desde un lugar
recóndito emerge el sigilo de la vida
insolencia
del Azar que ha sembrado la Tierra de heridas
caminantes de
pies ardientes y ojos de luna
lo invisible no cabe en las pupilas
y la mirada se desborda en vano hacia el punto más distante más inalcanzable
un espacio de
vacilación quiebra el aire y nos abrazamos a las sombras
mundo demente asfixiado
exceso de ilusiones trashumantes sobre la línea del horizonte nos lanzan al camino
detrás de
un resplandor ausente
una presencia
diferida que no deja de hacer señas
empecinada
resistencia en el vacío y la indigencia
obstinación
del alma alborotada que persigue la presunta eternidad de cada cosa en el
primer latido de una historia inacabada
un capricho que desafía ese tiempo imposible
tiempo de silencio para soñar lo que falta
Diciembre 25 de 2021