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419 - El día después. Hong Sang - soo. Un cine de hipótesis
Curiosa geometría la de Hong San -soo, una cartografía que encierra todas las líneas posibles de la existencia y las va exhibiendo como el mago que va sacando cosas de su sombrero


El tiempo es argamasa para Hong Sang - soo, lo desobedece a cada paso. Su film transcurre en un espacio temporo  emocional circunvalado por líneas que van y vienen, se repiten, se cruzan,  ¿o es una sola infinita y fragmentada por el ir y venir de este personaje, único protagonista masculino que atraviesa las mismas calles en distintos sentidos y en distintos tiempos marcado por detalles mínimos, de tal manera que al principio parecen errores de producción si no se conoce a Hong y los trucos de su escritura .Un llanto inexplicable en mitad de la noche trae de nuevo ese desayuno con su mujer  donde ella le exige que la mire a los ojos al preguntarle si hay otra

Lo interesante es que ninguna de estas escenas llega como un flashback. Sus recuerdo se vuelven vívidamente presentes sin diferenciarse de la realidad, y no sabemos bien si la mujer amada que vuelve a sus brazos vive en sus sueños o el mismo tiempo nos hace trampas y esa escena áspera exenta de todo el romanticismo al uso de estos tiempos queda registrada con la inmovilidad propia de la memoria, pero así es el amor en estos tiempos quizá intrascendentes para Hong donde la vida corre sin infinitos ni emociones sublimes. Mucho se habla del amor en este film sin decirlo: la pasión de lo nuevo, la pasión que cae, el engaño, la traición, las coartadas, el remordimiento, el abandono, los hijos... La mujer siempre es siempre el mismo objeto de deseo, pero se la puede engañar, dejarla sin explicaciones o volverla a llamar de nuevo, volviendo a repetir la línea que ya se había transitado 

Pero hay un momento en la charla con su amante, regada de soju, donde ella se cuestiona lo absurdo de este mundo si no se cree en nada. Puntos suspensivos para Hong

"El día después" es un film de hipótesis, un desafío al espectador que tiene que crear su propia película partiendo de un personaje instalado en la duda. Todo aparece indeterminado, todo es posible, todo puede recomenzar y repetirse pero nada se cierra, de ahí su riqueza

Espectadores recién llegados, inadvertidos de este cine, confunden a los personajes, las situaciones y hasta los sentimientos del personaje principal que está en todas las escenas; confunden a esa mujer (su fantasma) que ama una y otra vez a veces presente, otras veces ausente, otras veces solo nombrada, siempre deseada y diferenciada de la que comparte su vida – su dolor, su culpa , su cobardía - y también de su empleada a la que su misma mujer confunde con su amante y que el mismo espectador al principio cree lo mismo dadas las mismas circunstancias - las mismas líneas - pero con su diferencia. Incluso los diálogos con ambas mujeres, en el mismo lugar y con el eterno soju de testigo es otro de los juego de equívocos de Hong

Decía Bresson “que nada cambie y todo sea diferente”, sí, como la vida

Las conversaciones que se dan en este film - y en casi todos -, a pesar de su aparente frugalidad, son, en lo más hondo, de una gran riqueza. Hablan como si tal cosa de los sentimientos y emociones humanas con una profundidad que la puesta en escena - minimal y a veces muy desprolija - parece desestimar. Será porque mientras nos ocupamos de hablar la vida se interpone siempre y canta la única verdad y en estos films la sencillez, la naturalidad, la actuación casi nula, que nos hace recordar tanto al primer amado Wenders, al mismo Ozu, nos invita aún más a la reflexión sin dejar de apreciar toda esa escritura cinematográfica que parece deslizarse sin esfuerzo, como los dibujos de los niños, y que favorece aún más el compromiso de nuestra mirada con un estado de vigilancia, tan necesario en el cine contemporáneo, una mirada a través de la cual el mundo puede volver a escribir su realidad, su eterno interrogante 

La función más alta quizá de este cine consiste en mostrar  que la verdad surge solo donde la pregunta se queda sin respuestas, en su misma impotencia, 

A pesar de que en el film es difícil resumir por qué no pasa nada, en realidad sucede todo. Hay una conjugación de pocos elementos que la magia del lenguaje cinematográfico, al unirlo, lo convierte en una obra que los trasciende: las piezas sueltas van remitiendo de a poco a un todo algo escurridizo que parece poder cambiar en cualquier momento: la discontinuidad palpable de la vida

Quizá aquí se nos cuente una historia nada más que para perderla, dejándonos algo perplejos, como en casi todos los films de Hong, pero también con una avidez que no traíamos antes de verlos. La incomprensión del espectador forma parte de este cine. Sería absurdo tener la respuesta, no iríamos a verlo. Su ambigüedad y su misterio nos provocan a seguir imaginando y a tomar el lugar de quienes hablan. El espectador se siente algo vulnerado frente a una escritura que lo desconcierta, que no le habla de otra cosa, sino que lo habla

Es de admirar el ridículo error de que la gente crea que habla para decir las cosas. Precisamente lo propio del lenguaje, que solo se preocupa de sí mismo, no lo sabe nadie. Por eso es un misterio tan maravilloso y fecundo que cuando uno habla solo por hablar, justamente entonces exprese las verdades más espléndidas y originales.                                                                                                             Montale

 Esta geometría libre y arbitraria, aparece como el esquema de las emociones y los sentimientos no solo del protagonista sino también de todos los seres humanos, como una cartografía de la misma condición humana. ¿Por qué sino ese espectador primerizo e inadvertido que solía aburrirse en las películas de Hong, hoy es su principal seguidor y admirador? ¿Será que la visión de su cine tiene un tempo y la contemporaneidad aún no lo ha hallado?

Quizá su manera de construir el film, o de deconstruirlo, aclare en parte este interrogante

Empiezo con una situación extremadamente banal. Pero esa situación suele tener en su interior algo que me resuena por dentro muy potente. Es un sentimiento estereotípico, pero muy intenso. Tanto, que no puedo evitar mirarlo durante mucho tiempo. Lo pongo sobre la mesa, y lo abro. Lo que aparecen son piezas, las piezas que forman mi cine. Puede que no tengan relación entre sí, pueden que entren en conflicto unas con otras

 

Es simplemente la realidad que va a ser leída según todos sus estratos. Improvisada y titubeante así es esta escritura, como ir hacia lo que nos hace extraños, una travesía de ida en el aire libre del puro juego, del riesgo, del azar, buscando anclajes provisorios, sentidos efímeros, citas de un afuera para un adentro otro. Y el mundo aparece como esta escritura siempre recomenzando


Ficha técnica

El día después   Geu-Hu (2017)

           Director:  Hong Sang – soo

             Guión :   Hong Sang --soo 

             Música:   Hong Sang - soo

                  Con:   Kim Min-hee

                              Kwon Hae – hyo

                              Kim  Sae – Bjeok

                              Cho  Yung – hee

 

 

   Enero 4 de 2022