hay brechas que se abren en la homogeneidad de lo mismo
en el devenir
insumiso de los días
marcas
indelebles de la gratuidad de la existencia
perceptibles
tan solo en un silencio sin fisuras
tarea
inagotable de la persistencia permanecer quietos en la penumbra atisbando
esa hondura
invisible
qué
impertinencia desafiar los resplandores de la mirada helada del mundo
mientras la
noche inhala nuestro aliento y
yacemos en esa
red de hilos sutiles de la hora más secreta
donde todo lo
que existe parece haberse distanciado de sí mismo
en una epifanía de humo y cenizas
la mirada
ciega de una visión sin presencia
se sostiene en
el mismo sigilo de su enigma
en las
obstinadas leyes de lo imposible
y en la
insaciabilidad de la espera que siembra paraísos artificiales condenados a la
obsolescencia
Marzo 6 de 2022