caminando
mansedumbres en un espacio erizado de espinas
se llega
por fin a un punto a una curva al final de un atajo
la última
estación de un calvario se diría
los bordes
estremecidos de un tiempo de dolor
y su
sosiego
nos
envuelve una tibieza una embriaguez de no saber qué
ni por qué
y allí
está todo
lo que
pasó lo que nos atraviesa lo que cambia
esto que
transita que nos mueve más allá de las veces que caímos
las
huellas en el agua
la
increíble luz después de la tormenta
somos
fragmentos con su propio horizonte donde lo visible y lo invisible se convocan
esa verdad
secreta que resbala en la distancia
esa verdad
que no se encuentra en los seres y en las cosas
sino al
final donde no hay nada
y no
obstante querer ver y saber más allá de todo límite cuando el límite es el que
da sentido al mundo
Junio 12
de 2022