En un crepúsculo tardío percibí tras los vidrios resquebrajados de un viejo edificio
una criatura abierta a la noche
la sospeché cautiva de lo aciago del inquietante trazo del tiempo
una de esas vidas desnudas arrancadas de la costumbre de los días
que se coagulan en algo parecido a la existencia
la luz de la calle bailaba sobre su cuerpo frágil entretejido al quebranto
un sonido agudo filoso cortaba el lamento de las horas
eco de una profundidad deshabitada vibrando desde una herida muy antigua
cuando la vida se habría abierto al deseo
al fuego furtivo del claroscuro del anochecer
a la plenitud innombrable de las cosas
Supuse la feroz presencia de un pasado que hoy reviviría
en el eco borroso de un abrazo
o en la sombra tibia de cualquier esquina
pero sé que debe haber amado el río y su engañosa duración
lo intacto antes de ser entregado al tráfico del mundo
ángel del destierro
niña aun los ojos sin nacer
todo comienza en la ausencia
cuando llega de noche el ladrón inadvertido
Junio 25 de 2023