no sé si esas dos almas que conversan en voz baja saben del
abismo que se abre bajo las palabras
y no importa
de cualquier manera seguirían hablando el rumbo de las miradas
seguirían siendo ante los ojos
ese sueño que irrumpió en sus vidas
corre una brisa que se confunde con el aliento que se llevó el silencio
mientras el devenir se va construyendo sobre las dehiscencia del instante que los une
un devenir del que no dependen porque les es ajeno
como los días que alertan sobre el vilo de existir
al fin y al cabo el pasado y el presente acaban en la misma desembocadura
un tiempo que corre como agua de río o como viento que pasa
un siempre presente irrecuperable
donde se adhiere aquello que vivimos
mientras la experiencia se desvanece en el pasado entre quiebres olvidos y recortes
se ve que nunca han sentido las turbaciones que despiertan los últimos cantos nocturnos detrás de un vapor de cielo
donde hay ausencias que alucinan
y despiertan el ahondamiento de una herida dolorosa por donde transita el recuerdo
donde al apagarse esas voces la angustia deja al descubierto la fuerza inhumana de la nada
el mundo es un síntoma
una continua repetición que cava hondo en cada uno
trémolos del punto más intenso de las historias secretas en su desnudez
vivir es acechar el vacío
y ver los colores desolados porque no se pueden cambiar los ojos
pero aun no lo saben
y no importa
Setiembre 5 de 2023