de alguna manera
siempre nos estamos yendo
a través de la aventura de perder pie entre los quiebres del tiempo y el espacio
entre la exuberancia de la vida y sus demoliciones
y claro
también
de nuestro empecinamiento frente a ese resplandor imaginario que se cruza en la urdimbre del deseo
en ese momento en que el alma de las cosas brilla con más fuerza
pero entonces llega la noche donde ocurre la dehiscencia del día
la áspera pasión de la nada nos recibe como a herederos de un sufrimiento antiguo donde se rozan lo inmenso y lo minúsculo
y todo se mezcla en un salvaje desorden
y llega el fuego que incendia la pupila
que pone en entredicho lo que somos
Noviembre 17 de 2023