el amanecer
el momento más sublime del día
un intervalo del tiempo donde todo parece abrirse
en el borde de un cielo infinitamente alto y vacío
claro como después de la lluvia
una vez que la noche acertó a llevarse los pecados del día
envuelto en esa luz levemente escarlata que parecía recordar la memoria del fuego
alguien más había penetrado ese lugar que había acontecido
casi en secreto
alguien que se deslizaba irregularmente
sorteando las piedras hacia el río cantando bajito
y entonces
recordé a esos locos geniales que eligen las senda del brillo callado
que no la ruta del desencanto
chispas jubilosas que ascienden quemando las nubes
náufragos de tierra firme
almas gozosas errantes e insondables que zizaguean entre los intersticios de las cosas
hurgando entre las rémoras urbanas esperando ser hallado por lo que se ha perdido
su atención imperturbable parecía buscar matices olvidados
parecía ir hacia más allá de los ojos donde puede nacer una mirada sin sombra
- la vida como una red esperándolo en un tiempo imposible
un tiempo a destiempo de este tiempo allí mismo
un misterio que se hacía patente sin necesidad de palabras
quizá
el irremediable peso de lo real y sus alcances inadvertidos
a veces las historias humanas tienen un extraño y bizarro poder que hace que se vean increíbles
pero guardan profundos estratos de una verdad elusiva
algo como la oscuridad que ha sabido desconcertarnos entre los colores del día cuando nos llegan señales de lo desconocido ahí nomás del amanecer
Febrero 16 de 2024