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609 - La pixelación de la existencia
En el sistema hay un loop que se desata y no deja de agravarse porque se autoalimenta, y esto tiene que ver con la mentalidad de la sociedad que está rota. Si no hay algo, como un tiempo abierto, mesiánico, la cosa se convierte en algo oscuro y es la puerta abierta para el rencor, el resentimiento, culpar al otro y yo soy la víctima Éric Sadin

Hemos recibido,aquí,  en Buenos Aires, la visita de Éric Sadin, y su conferencia en Malba ha sido una muestra cabal de su enorme capacidad y de su pasión sostenida por contribuir al develamiento de las entretelas de la realidad algorítmica.

Lo sigo desde su primer libro cuando todavía no era muy conocido e inmediatamente tuve una afinidad absoluta con sus ideas. Aquí rescribo parte de su visión en medio de estas líneas sobre la vulnerabilidad de la palabra frente a los embates de la técnica

Se sabe, hoy los modos de subjetivación nos son impuestas desde lo establecido. El sujeto está como paralizado frente a la acción, y en este caso, ya no se puede hablar de su accionar en tanto sujeto ya que carece de la libertad necesaria cooptada por las nuevas tecnologías que convierten a los seres en megamáquinas como banco de datos, de algoritmos, de flujos de información

Los procesos de subjetivación están subordinados a una dependencia generalizada y la totalidad del mundo es una pantalla y un cerebro súper saturado. Es un mundo sin Afuera. Lo exterior se reencuentra en el interior porque ya estaba allí, en los sujetos formateados de antemano

La supresión del sujeto fue el supremo acto de violencia del sistema pues puso en escena la propia imagen del hombre deificada como autómata

Llamar crisis a esta realidad equivale a un ocultamiento de la esencia-de-la-técnica y conduce a la esperanzada posibilidad de salir de este mundo técnico cambiando su modo de utilización, pero es en este punto donde se encuentra la dificultad más grande, pues la causa del conflicto no es la técnica sino su esencia

La máquina se convierte en sujeto de la producción, el hombre pasa a ser una simple pieza de la máquina que condensa en sí la potencia y el acto del saber

Estamos siendo testigos de un cambio crucial irreductible en nuestra vinculación con el mundo de la máquina pero, repito, el peligro no está en la técnica sino en la esencia de la técnica, o sea, en el abdicar de la posibilidad de una revelación más original vinculada íntimamente con la verdad como descubrimiento, una consecuencia de la esencia- de- la- técnica que decide al hombre como destino y no es nada técnico sino que pertenece al orden del pensar

La palabra pronunciada se vuelve fugaz, fantasmática, ocupa un lugar efímero, un vacío en el espacio que la invisibiliza, una especie de interfaz en la que la comunicación nunca es directa sino siempre mediatizada, succionada por una lengua con sus propios formatos, a su vez atravesada por emisiones y recepciones previas, y que pasará a formar parte de un archivo confuso de signos que cada ser humano guarda en su memoria remixado de ideología, que se manifestará en el lenguaje a través de una automatización y de un anquilosamiento de la escritura, por tanto, las palabras se convierten en cuerpos vacíos que habitan la muerte

Se produce una enunciación de mandatos, guiados por intereses espurios, dirigidos hacia quienes no pueden responder y que fatalmente forman parte de una relación asimétrica y capciosa. El poder se aloja como un parásito en la lengua, forma parte del mismo ADN de toda la humanidad de todos los tiempos y culturas y su amarre es el lenguaje, hoy mas que nunca amparado en la máquina, y donde ancla lo omnímodo del poder

En bambalinas se van desmoronando los derechos de la ciudadanía, ejerciendo la excepción y no la norma, decidiendo sobre las vidas ajenas con un código: el lenguaje, que ha sido estabilizado en un discurso autoritario legitimado e inadvertido por obra y gracia de la tecnología que convierte a la enunciación en su propia ideología

Es este ser humano amenazado, el que antes se paseaba como amo del universo creyéndose autor de todo lo existente, y que asimismo pensaba que todo se encontraba en sí mismo, el mismo ser que hoy ya no se encuentra más a sí mismo en ninguna parte

Así, por su esencia misma la lengua implica una fatal relación de alienación. Bastaría con pensar del lado del disenso para arrancarse de la revalidación de un orden conveniente de sentido único que se siente natural pero estamos inmersos en un bucle que nos va llevando y vivimos de espaldas al escenario verbal de la trampa

Cuando se habla no se parte de un grado 0 sino a partir de la experiencia de la lengua, desde una acumulación de información prácticamente ilimitada y de saberes no siempre complementarios, hoy agravado por la pericia exhaustiva de la IA, un saber acumulativo, omnisciente y des-almado

De allí que sea imprescindible la reflexión, la toma de consciencia sobre esta situación que es ineludible a toda expresión y que compromete a nuestra individualidad - ya que en cada uno está la posibilidad de la invisibilidad del sistema – configurando un espacio de disenso con el rostro vuelto hacia lo humano del hombre

La lengua por sí misma no es transgresora ni conservadora; es inevitable, es totalitaria, ya que no impide decir, sino que obliga a decir para imponer un criterio de verosimilitud que cercena el horizonte de expectativas de una sociedad hic et nunc. El lenguaje, al dejar de ignorarse a sí mismo, pasa de instrumento sumiso a dictar sus propias leyes. Este giro hace que nos convirtamos en lenguaje, en red de marcas ideológicas, la entropía del alma

El fondo, todas son formas de lenguaje - o sea de poder, un poder discursivo, plural - que encierra una fatal relación de enajenación, una subjetividad inventada para someter. Ser subjetivo es coextensivo con ser efecto de, es decir, “producido” y más que nunca en estos tiempos de una imposición algorítmica conflictiva

Es preciso sacar la cabeza afuera de esta dependencia, aunque se permanezca en el lenguaje, quebrar la significancia, evitar decir lo que el sistema empuja a decir, desconfiar de los clichés amables y persistentes, que se convertirán en nuestros consejeros auxiliares sobre cómo andar por la vida. Ese es el momento en que podemos reflexionar sobre y esa es la óptima condición, el momento oportuno para perturbar nuestra entrega incondicional

Los discursos que rezuman autoridad intencionalmente se delatan por su autorreferencialidad y por una pretendida autosuficiencia que no requieren al otro salvo como soportes ambulantes y vacíos – containers - para diseminarlo. Dividen, discriminan, excluyen, devoran el disenso. Se apoyan en una sumisión incondicional que pasa a ser una rendición

No se trata de un discurso clausurado sobre sí mismo, sino que necesita de un interlocutor que se le someta, una doble jerarquía entre ambos. Esa jerarquía social dada de antemano genera una jerarquía discursiva. Mientras tanto, el destinatario se ve privado de su libertad - en un sentido ingenuo - al seducirlo ”exigiéndole” ese servilismo, un deshaucio de sí mismo

El sistema se caracteriza por un funcionamiento que en sí, como esencialidad, implica un requerimiento de desarrollo ilimitado, una necesidad no solo de reproducirse sino de reproducirse de manera creciente, englobante y destructora

La secuela de este funcionamiento no alentaría ninguna esperanza a futuro si no fuera porque existen reservas humanas que aún de forma pasiva, ejercen su resistencia

El sistema imperante utilizó la máquina hasta lograr construir su propia máquina

Los que hace tiempo pudieron ser espacios de encuentros para el pensar hoy han naufragado por el mismo inmenso despliegue de la fuerza de la técnica, y la mínima idea de salvación ya no cuenta con ningún apoyo político ya que se han aglomerado bajo la misma finalidad productiva, y las mismas ansias de libertad fueron confundidas con el bienestar material

El lenguaje ha olvidado lo que nombró un día y que necesitamos nombrar de nuevo para saber qué somos y cómo hemos de vivir. Buscar el verbo en cada uno, la palabra viva


Por un lado, Dios habitando la trascendencia, por el otro el ser humano refugiado en su egoísmo. La alienación absoluta. El mundo del humano deviene cosa y al mismo tiempo implica la pérdida de la cosa, de sí y de los otros fundando un mundo-sin-hombre, y lo más trágico radica en que es un sistema que en esencia requiere reproducirse mediante un incremento constante. El sistema debe crecer o ser destruido por explosión o por implosión

Estamos frente a un círculo clausurado y la única apertura posible, a pesar de lo oscuro que esto pueda parecer, es la ética

Lo impensable de la técnica es que pueda tener como correlato un mundo distinto al de la técnica

La técnica es un mundo, no un instrumento, y es aquí donde se traba toda meditación sobre la técnica. No existe una técnica neutra, como no existe un discurso neutro, nacen ya instalados en una sociedad y una cultura, en este caso, esta sociedad y esta cultura

La técnica no puede ofrecernos un mundo de libertad y ocio creativo y tampoco posibilitar que quienes se sientan asfixiados encuentren cómo vivir de otra manera. La técnica solo avanza con la subordinación y la obediencia. La reproducción ampliada de este sistema solo se acoge en la técnica, al mismo tiempo su modo de reproducción ampliada

Un sistema que pretende reducir al mundo a un esquema prefabricado de lo que debe-ser-el mundo. Un mundo donde los robots trabajen para hacer “feliz” a una población de miles de millones de humanos es una simplificación absoluta del problema: quien construye el robot es un sistema, un Destino y todas sus construcciones llevan a lo in-humano

La sociedad consumista o la computarización para todos no es la panacea para una reconciliación de lo irreconciliable, y aunque fuera posible no sería un índice del más allá técnico. Lo que se apuesta es la vida del ser humano

La técnica se desplaza sobre la destrucción de la aventura, la reducción de casi todo a un todo sin agujeros, un Plan Maestro que arraigó en la cabeza de los seres, la dócil entrega de sus ideales, de sus deseos, de su subversión, en suma, la aquiescencia a un mundo hecho ad hoc solo para la expansión de la técnica que, sin más, cubrió la totalidad de secuencias de la vida cotidiana a través de una infinidad de mandatos ubicándose en el espacio- tiempo provisorio de cada individuo, obturando lo posible

La máquina gobierna y la vida humana está sujeta a las voluntades absolutamente exactas de sus mecanismos, prisionera de su fatal exigencia. Los seres humanos las crearon y ellas los remodelan según ellas mismas. Han fabricado una humanidad casi a su imagen y semejanza

Entre los seres y las cosas y entre las cosas mismas hay se interponen capas exponenciales de códigos que efectúan una adecuación universal que actúa de instante a instante, un ajuste de fuerzas susceptibles de encontrarse en un espacio-tiempo oportuno. El arte de la oportunidad, del kairos, el surgimiento del "acontecimiento"

 

Es una especie de paradigma algorítmico, una “identidad” otorgada por un poder que elimina cualquier disenso. Convierte a los seres en un espacio vacío que ocupa él mismo. Estos paradigmas actúan como ordenadores subrepticios, lábiles, oblícuos, que polinizan a los individuos inadvertidos de la captura, un mapa aéreo que provoca una viralidad cerebral , fatal e irreductible, la entropía del alma

Se diluye progresivamente el azar y las fricciones inconciliables entre los cuerpos por una forma de emulación racionalizada y distribuida de la vitalidad social conducida por una miríada de fuerzas que aspiran al unísono a la exigencia cardinal del menor riesgo y la menor pérdida

 

Esto supone una cartografía virtual estructurada por criterios establecidos exclusivamente en función de objetivos interesados

Considerando que la tesis de la reproducción ampliada sea certera, no es difícil pensar que la misma técnica ha de tener un límite y colisionará consigo misma

Por eso es altamente riesgoso soñar con un paraíso de la técnica que implicaría una sociedad de consumo para todos y la computación-programación disponible para todos, ya que el sistema no puede ser estático – detenerse implicaría su derrumbe – y todo comenzaría otra vez. Sería algo así como destruir de manera absoluta para comenzar a construir nuevamente de manera relativa

Es una situación donde impera un gobierno algorítmico, un mecanismo universal automático que funciona sin- seres humanos, dentro de un mundo de cosas donde el humano potencia su alienación de manera proporcional a su participación en el sistema, todo bajo una administración, imperceptible para la mayoría, a la cual le hemos otorgado el poder de guiarnos abdicando de nuestro hic et nunc

Nada es casual, todo es premeditado, el sistema utiliza el cerebro humano como su propio cerebro. La máquina técnica se ha apropiado del cerebro como de una pieza más: la pieza donde llega a su propia conciencia para así ser más máquina, el auténtico daimon que siempre rondó la conciencia de los seres como una pesadilla: una máquina con conciencia, la esencia de lo abismal

 

El hombre y la mujer están siendo deconstruídos y vueltos a armar como un instrumento vivo de la necesidad de la máquina

No es posible encerrar a esta omnisciencia artificial en cualquier tipo de pronóstico, no obstante la inteligencia de los procesadores ofrecen al conocimiento toda la inteligencia del mundo y nuestro aparato sensorial aumenta según medidas que desarticulan uno de los modos de la finitud de la condición humana provocando que nuestra percepción de las cosas se extienda indefinidamente haciéndonos descubrir cada vez más la desnudez de lo real

Se nos ofrece otro momento de nuestra condición. La humanidad aumentada reenvía tanto a nuestro medio, animado por la potencia de los agentes digitales, como a nuestra condición que se ve expandida por un crecimiento infinitamente extensivo de un poder sobre el cual no está dicho que acreciente, al mismo tiempo, la calidad de vida o la plenitud individual y social

Por eso es necesario desplegar la potencia crítica del espíritu para posicionarse concientemente respecto de la verdad impuesta por los sistemas. Si lo no-humano somete lo humano transformándolo en su desierto, entonces las palabras, todas las palabras, están de más. Pero el problema no es futuro sino actual y es la actualidad la que reclama el planteo ético

Los espacios aún abiertos y libres reclaman el enunciado de un ethos no-categorial

El reino de la homogeneidad de los valores es siempre un tráfico: un valor contra otro. El valor en sí es lo otro de toda medida. Un mundo está hecho del valor único de cada persona, no regido por valores que flotan sobre él sino por las puestas en valor de todos y cada uno, la singularidad de cada uno, ese hiato entre libertad y destino. El individuo deja de serlo si es mero destino

Solo la libertad se da cuenta del destino

El desierto crece. El hombre ya no es alma ni sujeto, no queda nadie porque el que es no es nadie. Queda vivir en las ranuras o en la errancia, habitando lo abierto, fuera de los últimos hombres

Nietzsche


 

Éric Sadin. Fragmento


"Este mundo contemporáneo es apasionante y pesado, pero a veces es una forma de sufrimiento que no me quita alegría. Observo el mundo contemporáneo, en presente, y es apasionante"

En general trabajo con una estructura muy construida desde el inicio, pero en este libro hubo una revolución en el medio. Empecé en el post confinamiento, lo que llamé "la telesocialidad generalizada"; después vivimos un giro brusco en la relación con las tecnologías y las pantallas. Lo que pasó fue que, de pronto, una cantidad cada vez mayor de acciones de la vida humana se realizaba a través de pantallas, en línea y a distancia. Algunas era inimaginable que pudieran hacerse a distancia. Un brindis, congresos, reuniones de jefes de Estado, sesiones de psicoanálisis. Fue una "pixelización" casi integral de nuestras existencias.

El Chat GPT "es un fenómeno increíble en la historia de la humanidad, pero se lo banalizó"

A través de una simple instrucción de parte nuestra hay sistemas que producen un texto que parece absolutamente aceptable. Multitudes de personas dijeron 'qué impresionante'. Realmente lo era. Y esas mismas personas dijeron 'tendría que haber mayor desarrollo tecnológico para que se asemeje perfectamente a un desarrollo humano'. Ese es nuestro error profundo. No es en absoluto un lenguaje que se asemeje al humano. El chat deglute con una ambición totalizadora todos los corpus que existen desde la noche de los tiempos. Es una empresa gigantezca. Es un pseudo lenguaje. Está esquematizado, matematizado, industrializado, huele a muerte. Está en las antípodas de la manera en la que nosotros mantenemos una relación con el lenguaje. Es el lugar del encuentro entre cada individuo y un legado común. Cada uno de nosotros inventa en el flujo del presente, de manera singular, construcciones de palabras y frases. Nuestra relación con el lenguaje no tiene una dimensión probabilistica sino indeterminista. Esa dimensión es el lugar de la libertad humana

Por primera vez en la historia de la humanidad se producen textos y eso genera un lucro. Podemos llamar a eso capitalismo lingüístico

¿Estos sistemas respetan los principios fundamentales que nos atraviesan? La libertad, la dignidad, integridad humana, el ejercicio de nuestra creatividad, la sociabilidad... Si no se respetan, es inaceptable

 Así, comprenderíamos las cosas de otra manera, como una sociedad que erige un espejo para poderse mirar

                                         Abril 18 de 2024


 

Abril 20 de 2024