desplegar menu

624 - Invasión. Hugo Santiago. Un homenaje
La he vuelto a ver, y me pasó lo que ocurre con las grandes obras: creció. Y con ella, mi reconocimiento y mi asombro por esa enorme maestría que nos honra como argentinos y cinéfilos

Verla por primera vez ya es asombrase de su año de producción

Podría haber sido estrenada hoy ya que es un cine que parece haber intuido de un plumazo todo el desarrollo de su lenguaje. Cine de visionario. Cine en el que lo que hay que ver no queda absorbido en lo visto porque el acontecer de la expresión no descansa, y su discurso expresa lo que excede toda visibilidad

Hablar de una película, aun con parquedad, siempre implica interpretarla, y por ende, silenciarla, borrar ese momento del gran encuentro; en suma , invadir esa zona expectante y virgen del espectador. Pero es muy difícil callar el entusiasmo cinéfilo y, consecuentemente, las ganas de compartirlo, ya que uno elige hablar de una película cuando se siente interpelada

Este espacio quiere ser un pequeño homenaje a un gran film

 

Las siguientes palabras de Bresson, uno de sus directores preferidos, iluminan lo que nos llega ni bien comienza el film

Narra tu película como si fuera una combinación de líneas y volúmenes en movimiento, al margen de lo que representan y significan

así como también la posible influencia en la parquedad de sus personajes que no llamaría inexpresivos sino seres que guardan y custodian el secreto trágico de vivir y tratan de no demostrarlo y allí en esa nostalgia callada se aloja una forma moderna de lo trágico

Santiago pulveriza la sintaxis, perturba la continuidad del relato y las imágenes son trabajadas por la elipsis, las interrupciones, los sonidos que las atraviesan como el recurrente taconeo que actúa como una coreografía inquietante entre los disparos que pueblan la noche, configurando un Cine extremo, quizá expresión de una violencia originaria, como un proceso violento de enunciación que expresa el Vacío irrepresentable de un indecible silencio primordial

El film es un solapamiento de dos relatos, uno que podríamos llamar clásico con algo noir y el otro moderno, de una gran abstracción formal en su concepción que podría considerarse fantástico - un modo de narración que solo responde a sus propias leyes, y que, por lo tanto, en ningún momento se recuesta en la representación

Como toda gran obra de arte, es irreferencial. No contradice la referencialidad, la trastorna. Se desarrolla al margen del realismo clásico de otros filmes, escamotea datos que quizás un público más ingenuo (en el buen sentido) necesite para “entender”

La irrealidad es el quid del Arte. La creación depende de un desafío al Vacío, no de la rendición a lo representado

Todo radica en ese borde inasible que habita los límites de lo expresable y que surge de una visión en la que lo visible se aparta de los puntos de vista comunes óptico - representativos para abrevar en el relieve del fondo de lo invisible, ya que El Cine es el único arte que sumerge el pensamiento en lo invisible a través de la luz, y es esa invisibilidad la que determina la lógica de las imágenes

Lo que se ve y lo que se oye es un estímulo para aquello que no se ve y no se oye y allí radica la riqueza de esta narración que de esa manera hace ver lo imperceptible, y también en otro plano, lo eterno, lo que a menudo está cubierto por un velo opaco y no se ve. Pero esa es la ausencia que está detrás de lo visible

A pesar de esa fuerza que irradia, de esa puesta armada como un trompe l´oeil de deshechos prácticamente en sombras, una cartografía de calles que no obedecen a ningún mapa, paredes descascaradas de una probable San Telmo, la costanera, el puerto, vagones de trenes destruidos, camiones amenazantes - citas con el peligro - hay algo impalpable en este film que lo recorre y es ese desafío de hacer visual de una manera asombrosa y conmovedora lo que subyace en silencio. Y que el solo despliegue de sus elementos formales pueda provocar esa emoción que solo anida en la excelencia

Quizá haya que ahondar más, y este enigma que recorre el film que interrogamos durante todo su transcurso y que nos interroga y que uno no puede más que sentir o constatar, escapa a todo conceptualismo por el entendimiento

Ni siquiera se nos escapa un para qué porque quizá cada uno de lo personajes son el alter ego de un Borges y de un Bioy íntimos, de alguno que fueron, de otro que pudieron ser y de los que nunca pudieron ser, de algunos que admiraron y de otros que pudieron odiar, y que pergeñaron a Aquilea, una Misteriosa Buenos Aires deconstruida y vuelta a construir, “extrañada” en la que nos reconocemos a pesar de todo

 

 

Junio 2 de 2024