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630 - En voz baja

el extraño

 

hay retinas que supuran una tristeza anónima

ojos abismados hacia dentro

no nacidos para barajar las cartas del mundo

y no es la noche la que no los deja ver

es ese misterio enredado en las heridas de la carne abierta

pasiones en sombras de un extraviado que sueña en su almohada de piedra

criaturas que viven por su cuenta entre tinieblas una intimidad que no le pertenece


quizá no era temor

y tampoco sobresalto

y tampoco sé si era ese solo no saber qué hacer con esa hambre insatisfecha

siempre perdida en los recintos oscuros

pero así lo sentía


todos los días lo veía como atravesado de niebla

como un ser inaparente que alojaba la pena de un momento breve inenarrable que no necesitaba de palabras

algo como un destello de luz interrumpido

una suerte de cesura

proyectaba una sombra compacta a pesar de la precariedad de su cuerpo

otro había sido en otro tiempo

pero siempre

lo adivino

lejos de la codicia de la abundancia de nada de la banalidad del brillo

entre olvidos negaciones y una gran ausencia

como un pasajero que peregrina el mundo huyendo de las voces ruidosas que alborotan la existencia

pasaba horas frente a mi ventana y nunca me animé a ofrecerle nada

parecía no necesitarlo

 

Junio 18 de 2024