hay un barco quieto que siempre se cuela entre mis letras
pero no es siempre el mismo barco que se fue
¿ o la distancia se entretiene con sus trucos y me hace confundir la mirada con los ojos
el enigma con la niebla de los días
o la voz que susurra lo inefable con el argumento de lo imaginado ?
nada pasa porque sí
nada toca tu vida y se va como si nada
todo deja una huella un sentimiento una palabra
y nada vuelve a ser igual en la manera de sentir la vida
chocamos con un reflejo quizá para saber que no se puede atravesar
que nada más alcanza para que la realidad se cuestione
la historia del mundo parece ser la historia de la distancia
ese horizonte latente al que solo nos acercamos pero imposible de alcanzar
ávidos perseguimos la sombra de lo eternamente inabordable
siempre en busca de una revelación que no llega
tratando de pausar el pensamiento en eso que nos ha rozado
quizá
el suspiro inaudible de un deseo insatisfecho suspendido de la ingravidez del universo y
enredado en los bordes impiadosos e invisibles del tiempo
cada uno sigue su estrella en la Tierra de nadie de lo desconocido
y eso que no llegamos a oír o a ver nos sigue interrogando como una presencia pasiva que quizá viva en lo más recóndito de ese barco quieto
un alma en suspenso vacilando frente a la insinuación de la lejanía desapareciendo casi al llegar
Junio 27 de 2024