en esos días tan quietos de nubes glamorosas que parecen pintados en los intersticios del tiempo
el mundo se tambalea se borra de mi mirada
ideas deseos y alguna plegaria flotan como hilos que vuelan desatados de una trama desgarrada
frágiles siluetas translúcidas enganchadas del aire
una especie de promesas que sobreviven extraviadas en la fastuosa nimiedad que nos fabricamos
chirridos del balanceo entre el ser y la Nada
ante el asombro de lo que no existe y sin embargo fraguamos
el ser luce como un pedazo fracturado de sí mismo
una tensión deshabitada en continuo movimiento
carne herida de esperar por el alma que se perdió vaya a saber dónde
todos los días nos topamos con la abrumadora fragilidad de la ausencia
y sin embargo comprobamos la eternidad que se desvela cada mañana cada noche
la infinita reincidencia de la finitud
de la certidumbre porosa de una opacidad inevitable
de un presente omnívoro que se devora la vida sin reconocerla y que ignora que esa vida es todo lo que hay
Julio 2 de 2024