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639 - La duración. Lapoujade/Bergson/Handke
La emoción es el efecto que produce el fluir del tiempo en la sensibilidad, el pasaje del tiempo mismo al sentirlo derramarse en nosotros y “vibrar” interiormente. Es la propia duración la que es emoción en nosotros

Es solo a través de ella que somos seres que duran, que hasta dejamos de considerarnos seres para devenir duraciones

 

La duración no está nunca en la piedra imperecedera

de tiempos remotos

sino en el tiempo

en lo maleable

………………….

sacudida temporal de la duración, tú me envuelves

con un espacio que yo vuelvo a describir

y la descripción de este espacio crea el espacio siguiente

 

 

En lo profundo, ya no somos “seres” sino vibraciones, resonancia, tonalidades, y el universo mismo llega a desmaterializarse para devenir duración, una pluralidad de ritmos que se van escalonando según esa misma profundidad

 

El pensamiento jamás ha logrado captar el fluir del tiempo, la duración misma, sino desnaturalizándolo, fragmentándolo, dividiéndolo, midiéndolo, reconstruyéndolo, pero, en cada vez dejando escapar aquello que constituye su propia esencia, mientras que la intuición o la emoción profunda, ese mundo vertical donde todo se organiza en profundidad, opera según un tiempo y una lógica de otra naturaleza, sin atenerse a las emociones que produce en nosotros el pasaje del tiempo

 

al posarse sobre mi mano la duración

se cierra la herida

de la que por primera vez soy consciente

al cerrarse

 

el empujón de la duración es lo que

me ha faltado

quien no ha sabido nunca lo que es la duración

no ha vivido

 

 

La esperanza, la añoranza, el duelo, la melancolía, nos dan acceso al tiempo, pero jamás ha sido descripto a partir de las emociones que engendra, en sus aspectos más reparadores o destructores

Tratamos con una duración donde no se sufre de ninguna pérdida, donde no se conoce ningún duelo, donde sin cesar se va hacia adelante, según el ritmo de la imprevisible novedad propia del impulso vital, y aquí navegamos aguas bergsonianas, donde la duración no hace desaparecer nada, al revés del tiempo proustiano que hunde los rostros y debilita los espíritus, que hace morir los seres y los yoes que los han amado

Pareciera, como dijo Heidegger que Bergson hubiera ignorado el carácter irrevocable del pasado. Se trataría de afectos que se producen en el tiempo, y que, en ese sentido lo suponen, y que solo se puede acceder a la duración”completamente pura” por un esfuerzo independiente de cualquier emoción definida

 

No hay duda de que el tiempo no se confunde para nosotros con la continuidad de nuestra vida interior, como la del fluir de un pasaje, no implicando el fluir una cosa que fluye y no presuponiendo el pasaje estados por los cuales se pasa

 

Al escuchar una melodía, habría que cerrar los ojos, no pensar más que en ella, pero a condición de borrar la diferencia entre los sonidos y abolir los caracteres distintivos del sonido mismo para no retener más que la continuación de lo que precede en lo que sigue y la transición ininterrumpida, multiplicidad sin divisibilidad y sucesión sin separación, para reencontrar al fin el tiempo fundamental

 

Pensar el fluir independientemente de las cosas que fluyen, así se libera el elemento espiritual del tiempo, su propia sustancia, la duración

Se trata de una reducción propiamente bergsoniana captar la duración y el cambio en sí mismo, independientemente de todo lo que dura y de todo lo que cambia. Así, los afectos temporales constituyen más bien los elementos impuros que vienen a alterar la percepción de la pura duración como lo hacen a su manera las emociones que sugiere una melodía

 

la duración no desplaza

me coloca donde debo estar

saliendo de la luz de foco del diario acontecer

huyo decidido al incierto campo de la duración

 

 

El melancólico es quien puede percibir el carácter irrevocable del pasaje del tiempo en nosotros

y como dice Kierkegaard,

 

Aferrarse al final en lugar de estar en el comienzo. Ese error es la causa de la desdicha del hombre

 

La espera, al ser un afecto que se produce en el tiempo, cesa de estar en el tiempo para convertirse en una disposición respecto del tiempo por entero, y la vida se transforma en una vida de espera. Vivir entonces ¿es esperar que el tiempo pase indefinidamente o que la vida comience?

Se espera siempre como se añora en vano. La espera no es otra cosa que una melancolía invertida, otra figura del infortunio de los hombres

Sea por un afecto o por un complejo de afectos, nada impide que se constituya un nuevo orden del tiempo

 

Bergson establece una relación indisoluble entre duración y libertad. Ella es la que nos vuelve efectivamente libres

Es por la inserción en la duración que nos reconciliamos con el yo de las profundidades, con el que se emociona, que vibra interiormente, como si solo la duración pudiera devolvernos una vida rica

Eses acontecimiento a través del cual la duración, la vida, la libertad, son restituidos

 

en este momento … hay una brizna de hierba, seca desde hace

mucho tiempo

crepita en mis manos

y vuelvo a oír las primeras gotas de lluvia de entonces

……………………………

 

y pude explicar con palabras el sentimiento de la duración

como un acontecimiento que consiste en estar atento,

un acontecimiento que consiste en percatarse,

un acontecimiento que consiste en ser abrazado,

un acontecimiento que consiste en ser atrapado

por un sol suplementario,

por un viento refrescante,

por un acorde silencioso, dulce,

que afina y pone de acuerdo todas las disonancias

……………………

 

no es a quien está en casa

sino a quien va de camino a casa

a quien le llega la duración

 

 

pero también en casa me viene a ver una y otra vez

cuando paseo de un lado a otro del jardín

bajo la nieve, bajo la lluvia, al sol, cuando hay tormenta

 

 

 

Si el porvenir se abre nuevamente es a partir del pasado más profundo, del pasado por entero, a la manera de un tiempo recobrado proustiano. Es el pasado por entero recobrado el que se libera en la obra por hacer, por eso Deleuze al leer a Bergson cuando habla de los presentes que se suceden y expresan un destino, dirá que interpretan siempre lo mismo, la misma historia con diferencia de niveles. Por eso el destino se lleva tan mal con el determinismo pero tan bien con la libertad: la libertad es elegir el nivel

 

me he educado a mí mismo

para la espera de la duración

sin necesitar del lujo de peregrinar otros lugares

 

 

La sucesión de los presentes actuales es solo la manifestación de algo más profundo, la manera en que cada uno retoma toda su vida pero a un nivel diferente del precedente, coexistiendo todos los niveles y ofreciéndose a nuestra elección, desde el fondo de un pasado que jamás fue presente

 

Cada uno elige su tono, quizá sus palabras, pero la melodía es la misma, y bajo todas las palabras, un mismo tra-la-lá, en todos los tonos posibles y en todas las alturas

 

En la calma que hay junto a estos lagos

sé lo que hago

sé por primera vez quién soy

estoy en sus orillas

con los ojos y los oídos abiertos

y dejo que llegue el atardecer

 

muchos tipos de ruido de aves acuáticas

dan espacio al silencio

aprendo de él

 

 

La libertad consiste entonces en actualizar las virtualidades contenidas en un élan vital concebido como memoria, pero en Bergson hay dos concepciones de lo virtual. Una define el pasado en tanto jamás ha sido presente o actual. Es siempre ya el antiguo presente que ha sido, la imagen en el pasado del presente que pasa. El pasado es un mundo paralelo al del presente, no está detrás nuestro sino al lado nuestro. El pasado no tiene que devenir pasado, lo es de una vez. Bordea nuestra vida presente y se forma al mismo tiempo que ella, no justo después de que el presente ha dejado de ser, sino al mismo tiempo que él como una imagen en un espejo

Para Bergson el recuerdo del presente es inútil ya que disponemos del original, para qué podría servir?. Es una memoria pasiva, inactiva, que recoge automáticamente los recuerdos al desplegarse. Esos recuerdos solo se vuelven útiles para otro presente y es entonces el pasado el que ilumina el presente dándole un sentido

 

seguir siendo amigo de tí mismo a lo largo de los años

es algo que también puede darte la duración

poder mirarme de un modo amable a los ojos

es a veces una absolución

 

extraño también el sentimiento de duración

a la vista de algunas pequeñas cosas

cuanto más insignificantes más conmovedoras

 

el más sensible de los ruidos

con solo que estés haciendo lo que debes hacer

suena como la más hermosa de las músicas

 

Hay otra definición que caracteriza a lo virtual como reserva o potencia, potencialidades indeterminadas sordamente activas, actuantes como tendencias implicadas unas en otras. La memoria es una energía espiritual, no una reserva de sentido. Lo virtual testimonia otra forma de memoria de una manera activa, informada por la vida

 

Qué hace que un individuo extraiga su potencia para romper la trama del determinismo (material, social) al cual está sujeto, cómo extrae su energía espiritual para explotar en un acto libre? ¿de la energía espiritual de la memoria?

Pero hace falta introducir otra clase de memoria – ni del presente ni del pasado- sino de una memoria del porvenir, para el porvenir

Hay en las profundidades otro presente que no pasa y que acumula energía sin cesar - el espiritual -, una memoria del espíritu: es la memoria de lo que somos y jamás hemos dejado de ser. Es ella la que figura el tiempo, la que abre o cierra el porvenir. Su presencia se explica porque hay algo en el pasado, y por tanto en el presente, algo que no fue vivido. Se trata de algo que no ha sido actuado, algo en reserva

Hace falta volcarse del lado de la vida hacia aquello que hace de nosotros vivientes o que nos hace sentir como tales

 

nada especial, nada insólito, nada sobrenatural,

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la comparto con millones de seres humanos

con el vecino al igual que

con los habitantes de los confines del mundo;

allí donde, por medio de esta cosa común,

surge el centro mismo del mundo

que hay aquí, a mi lado

 

 

Algo asciende desde las profundidades y llega a reventar la superficie del yo superficial, toda la duración de una vida comprimida en los marcos de una vida ordinaria finalmente se libera y se expresa a través de una serie de actos libres

Entonces, sería la emoción la que constituye la energía espiritual de una memoria-espíritu, puramente intensiva, irreductible a la memoria-recuerdo y a sus virtualidades

 

Si hay un sentido del porvenir y si puede ser engendrado es a partir de la emoción

y solo de la emoción

 

Es la emoción como el movimiento a través del cual el espíritu capta el movimiento de las cosas, de los seres y el suyo propio, el espíritu mismo de las cosas con las que vibramos interiormente, en profundidades

Por tanto, la emoción es el movimiento virtual -pero real- de los movimientos actuales que se levan a cabo en el mundo. Es aquello de lo que el yo no deja de llenarse y cuya expresión son los actos libres

Emocionarse es la pura duración, adoptar el devenir que es la vida de las cosas. Nosotros participamos en el movimiento de lo que se hace en la medida en que nos emocionamos, pero la emoción no es un afecto que reacciona ante la presencia o la ausencia de algo (afectos temporales), es un afecto que se emociona del pasaje del tiempo en lugar de emocionarse de los seres como tales Es emoción del pasaje mismo del tiempo, y pensar ese pasaje, simpatizar con ese pasaje, es justamente liberarse de lo que es, de lo que nos ata a los seres

La duración se confunde con el puro devenir

La emoción de la duración es un afecto que ya no es atadura, es una nueva concepción de la libertad. Es una ascesis, casi una lección moral

 

ocurre la duración

cuando en el niño

que ya no es ningún niño

- tal vez un anciano -,

reencuentro los ojos de un niño

 

es a veces una absolución

poder pensar en el niño

que fui

significa ya volverlo a encontrar

practicar la benevolencia con mis defectos

(no con mis abusos);

apaciguarme cuando se me ha hecho una injusticia,

 

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la duración tiene que ver con los años

con los decenios, con el tiempo de nuestra vida

la duración, es el sentimiento de la vida

Peter Handke/Poema de la duración -fragmentos -

 

 

28 de Julio de 2024