por momentos nos desencaminamos en desplazamiento inútiles
nos aferramos únicamente a la ingenua esperanza de encontrar una respuesta en
esa única palabra perdida entre las otras que es todas las palabras
al amparo del ruido y los profetas
esa desmesura infinita de lo que no ha sido dicho ni escrito ni enunciado
nos sumergimos en la zona más profunda de un océano de líneas azarosas
pero acabamos por naufragar en el torbellino errabundo de un sentido exhausto sin respuestas
una erosión indefinida por tratar de
llegar al límite de uno mismo y retornar
como si fuera posible
coreografías de la existencia
un archivo absurdo de nuestra necesidad de encontrarnos en el intersticio de los códigos, las leyes y las normas
como escribir con agua sobre los muros blancos
letras que se desvanecen en el mismo acto de escribirse
… si el lenguaje es solo una frágil posibilidad en el límite donde todo permanece por decirse
no encontramos de dónde sujetarnos y cada uno queda resonando
como seres en la incompletud
a veces un haz invisible incide en lo contingente
algo nos llega desde afuera
remiendos para los desgarros de la existencia
frases que no concluyen
preguntas que esperan respuestas que no acallan la pregunta que reclama lo que le es ajeno
lo que le falta
y así siempre queda flotando una pregunta que pregunta lo imposible lo que no tiene fin
y la eterna respuesta de la ausencia al incontestable interrogante que somos
Agosto 10 de 2024