encallado en la materia el espíritu persevera entre las cosas
en la opacidad de los misterios que sobrenadan el trajinar de los días y que transcurren suspendidos de la necesidad de existir
habitamos esa franja inexpugnable entre el cielo y la tierra y el mundo no deja de improvisar
se dilapida en pequeñas nadas que se pierden junto con el recuerdo del fuego
así la vida se extravía en las garras de lo exánime
y nuestra historia no deja de ser otra cosa que aquella donde el enigma se ha extinguido
y donde lo hay no puede haber historia
porque solo el fuego puede ser contado
el misterio nos roba la palabra
la contingencia es una fatal sumisión a lo irrevocable de las circunstancias
a las marcas de un pasado que deja caer alguna que otra esquirla
el tiempo entonces se detiene
y uno va y viene sobre sus pasos a mirarse en un tiempo que no existe
no hay pasado no hay futuro
quizá solo una memoria tramposa
un puente donde todo a la vez se desliza sin estarlo
un café un encuentro una atmósfera los libros los gestos la mirada el silencio los árboles las nubes el paisaje un olor un aire una vida un secreto
Agosto 29 de 2024