todas las cosas devienen otras a través de la mirada del ojo que
sin pensar
sabe la síntesis misteriosa de las bambalinas de la realidad
todas las veces cada vez
sin repetir
sin agotar su sentido
una mirada oblicua que desconoce fronteras y
se hamaca indolente lejos de lo acostumbrado
que penetra sigilosa en ese vacío que abre la posibilidad de todo
serena y a la vez tormentosa como un río
porque hay en el cosmos de las cosas calladas aperturas insinuadas en un horizonte de silencio
gestos que reclaman
que suenan como gritos cavando un nombre en el lenguaje
haciéndolo existir
tras las órbitas de los ojos se extiende un mundo inexplorado
un mundo de las cosas futuras que no saben de lógica
ahí nomás de las puertas de lo que llamamos alma
quizá una mirada insomne y ardiente al corazón de los hombres
a sus hiatos y sus vanos sus cielos y sus infiernos
ya que los ojos no se quedan en las cosas
sino que desde allí nos miran y nos narran
por más que lejos de la mirada se ordenen los mundos y deseemos reducirlo todo a nuestra medida
Noviembre 10 de 2024