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678 - En voz baja

lo que rebasa

 

 

 

nunca podremos evitar lo que rebasa la paz de nuestros días

lo que se escapa se ahueca y nos rehuye

casi siempre es la ruptura de lo acostumbrado como la urdimbre de la agonía donde se hunde la realidad que nos forjamos

 

y entonces nos parece equivocado todo eso que pensamos de la vida

 

y la noche no ayuda

se apura a clarear el día

que no ilumina la insensatez de las contradicciones que nos viven

y nada más se derraman

- una interrogación tras otra -

sobre los ojos cada vez más abiertos

 

 

 

a veces

ingenuamente

creemos vivir en un mundo donde es posible descubrir la gracia de lo maravilloso que suele desaparecer sin percatarnos

sin dejarnos el ansiado mensaje en la botella

quizá un espejismo de lo que la memoria se empeña en devolvernos

tal vez las enormes ganas nada más

aunque la explicación que buscamos no está en ninguna de esas circunstancias sino apostando a ese intervalo

ese claro donde podríamos respirar un conocimiento más sutil del mundo

esa conexión misteriosa con la cercanía de todo lo que existe

una luz inesperada probablemente desatendida del alma

cuando las noches desaparecen bajo los sueños deslizándose desde las burbujas de las cosas en un pasmo alucinante de acercarse a lo sin nombre 

y que haría posible conocer la inextricable textura del abrigo con que cubrimos nuestra desnudez

 

hemos ajado tantas libros subrayado tantas palabras

y ese lugar perdido no aparece

solo resuena y nos mueve dejándonos la sublime pasión de la inquietud

 

¿si no qué?

 

 

 

 

Noviembre 20 de 2024