momentos en que el pensamiento supo conectar con un pliegue del tiempo sin retorno
donde respirábamos la penumbra de no saber cómo acomodar la mirada
hoy el presente lo arrastra con su carga de errancias
y por más que parezca otro es ese mismo
es que
en el saber cómo mirar nos va la vida
todo un mundo de amor que guardo entero junto a esa sombra protectora que aún viaja a mi lado
esa infinita procesión de los más hondos afectos
que son el único mundo que de verdad habitamos
tu mano en mi mano dejando la calidez de una huella imborrable
los juegos los cuentos los paseos las increíbles charlas en mi lengua
cada día una nueva luz se prende y amanece y otro mundo estalla frente a mí
- si me lo habrás contado -
inquietante ajeno subversivo
donde me siento un desgarro del afuera
que me deja la eterna inquietud de lo que apenas si pasa
la melancolía de sentir aun la levedad del sempiterno balanceo entre el ayer y el hoy
más hoy que nunca
Noviembre 26 de 2024