en un crepúsculo de soledades compartidas
llegan llamaradas desconcertantes de luces espléndidas que iluminan la masa violácea de un momento que me enfrenta a lo desconocido
quiero ceñir un espacio entre el ojo y lo que absorbe mi mirada
entre ese afuera y mis adentros
fatalmente quiero adueñarme de ese afuera dejando en él un resto del adentro
quedo fascinada por los bordes apenas esbozados de esa luna sutil apareciendo
y me pregunto por qué ayer lucía intempestiva
siento que pongo en escena la mirada
apresada en esa inmensidad de lo intermedio y descubro que mirar lo que sea es descubrir lo propio
y allí tropiezo con la evanescencia de las cosas
si pudiera privarme de esa agobiante vocación de querer saberlo todo de eso que me asombra
o definir a toda costa donde estamos o fijar el límite allí donde faltamos
lograría contemplar todo de otro modo
arrancarme esa piel que recubre mis retinas
quedaría a merced de ese otro
allí nomás de mí - si decir yo es nada más una suposición
percibiría que existe un desencuentro
y que todo lo que vemos es lo que creamos
viéndolo
por eso tal vez el mundo se estremece a cada instante nada más abrir los ojos
Diciembre 8 de 2024