la creación se extendió por donde los dioses se retiraron
dejaron abierto un día para que pudiéramos descubrir el mundo
recorrer los surcos las heridas las tramas los desgarros de la Tierra
y al mismo tiempo abrir los brazos los ojos y el espíritu
el alma en suspenso meciéndose
insinuándose en el espacio oscilando en la distancia
suspirando y exhalando sobre los restos diseminados de la textura del tiempo
a veces el mundo vacila y tememos ver el postrero humo de la realidad esfumarse
pero entonces la noche se abre y se vuelve abrazo inquietante
y nos quedamos sin habla
los ojos no tienen donde posarse
ni la oscuridad tiene un rostro
la existencia se vuelve vulnerable frente al misterio
hay algo que nos quiebra
y empuja el pensamiento a reinos liminares
entonces nos perdemos en las constelaciones
mientras las sensaciones se enredan en nuestro cuerpo como el hilo de las experiencias
solo hay humanidad de camino a ningún sitio
y lo propiamente humano se halla en la impropiedad de la travesía
una ilusionada persistencia que habita cuerpos de aire que viven como brisas y tormentas
Enero 10 de 2024