hay quienes se dejan vivir sobre una mullida alfombra donde se deslizan los retazos de la vida
sin percatarse de ese viento suave que nos roza la espalda
una ráfaga inaprensible que no espera
hecha de la generosidad del tiempo
se rodean de la extrañeza que descansa en los objetos
tiesos espectadores en el opaco y lacónico silencio de sus cuerpos
en la transparencia impenetrable de sus ojos ciegos
los rodea su presencia vacía hierática
la vanidad de su forma eternizada
frente a la espesura intangible de sus emociones rasuradas
seres inmersos en un duermevela casi lisérgico
protagonistas absolutos de un relato hipnótico
habitantes de un mundo hecho a medida de una realidad caprichosa creada a su propia imagen y semejanza
lejos del relámpago donde estamos de pie a solas entre el cielo y la Tierra
Enero 12 de 2024