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728 - De cara a lo real: un desencuentro absoluto con el mundo
El mundo se presenta hoy como una entidad

autónoma que nosotros los modernos pensamos

como productora de novedad, una novedad

que nos atrae, nos fascina, nos toma por sorpresa

y que indefectiblemente nos hace sus esclavos

una novedad que consideramos radicalmente

diferente del pasado, y no como su actualidad,

donde se ocultan las claves de este Hoy del

mundo, desbordado y poblado de seres que

viven  transmutados en súbditos del consumo en

un clima saturado de banalidad


Ser, hoy, es pertenecer al Mercado y aceptar ser

convertido en valor de cambio, espejarse en los

demás para asegurar la pertenencia a una

comunidad contenedora y perder de vista el

tema de la propia vida corriendo un telón para

proteger la escena del simulacro de mundo que

se consume para consumir, un mundo que se

pliega sobre sí mismo buscando y aceptando el

pláceme de los demás compartiendo una misma

ideología basada en la satisfacción de las

demandas de turno,objetos, espectáculos, libros,

pensamiento – lo que hay que ver, leer, tener y

pensar – es decir, lo – que – hay – que - ser

 

Todo este engranaje crea un mundo de

apariencia armónica, un paraíso artificial del

que participa un sector de la sociedad mientras

en el otro anida la envidia y el resentimiento

hacia ese mundo de hojalata que la publicidad

encumbra para que la cadena consumista no

se quiebre en ningún punto


El hombre aparece en el mundo poseído por una

especie de horror vacui - de horror al vacío - ante

lo amenazante del entorno, y en un intento de

exorcizar la realidad que lo atemoriza, la llena de

dioses, le impone sus visiones, sus relatos, sus

símbolos. La ordena creando una distancia para

poder vivir en ella


Hoy, ese mismo hombre cargado de siglos, de

historia, de cultura, sigue creando y recreando

la realidad  en complicidad con todo un sistema

al que fatalmente pertenece, pero nada más

que para poder huir de ella. El hombre del antaño

vivía en un tiempo mítico, un eterno presente,

un tiempo primordial, sagrado, el tiempo del

Acontecimiento que reactualizaba el tiempo

ontológico del comienzo. Lo sagrado irrumpía

en su cotidianidad como eje de su devenir.

Hoy, el hombre es tan solo un pasar, un pasaje

hacia el futuro, un mero diferimiento del ahora,

donde invierte todo su ser, basando su existencia

en lo profano, viviendo en un tiempo simplemente

histórico, no cíclico, que no pertenece al hombre

real, a su existencia como ser arrancándose del

tiempo, del mundo y de sí


Hoy los seres llevan a cuesta su propia puesta en

escena. Son signos des - encarnados, actores de

aquello que los narra sin que se aperciban de ello.

El mundo que habitan se transforma en su propio

relato, y en el de cada uno, un mundo que los

narra y es a la vez narrado por cada uno, un gran

híper texto que gira sobre sí y se muerde la cola,

nuestro propio gran relato que nos pone en la

única escena de este nuestro único mundo,

nuestro propio Truman Show


En Groundhog Day (aquí El día de la marmota)el

meteorólogo Phil Connors, experto en cuestiones

de tiempo, inadvertido de su propio presente, se

ve obligado a repetir un mismo día infinitas veces,

el día de la marmota, que reenvía a alguien que

pasa su tiempo dormido, hasta que despierta.

Justicia poética - el necio que toca el fondo de su

necedad y roza el comienzo de la sabiduría


Dos filmes emblemáticos, El día de la marmota y

Nuestro Truman show que iluminan desde otro

lenguaje el estado de cosas que nos envuelve, y

que quizá comenzó con el primer click que

encendió las pantallas brillantes que se instalaron

en todos los hogares como convidados de piedra

entronizando la imagen como boomerang de la

publicidad
 

La gran trampa  de este mundo es la presión que

se ejerce para que todas las personas participen

de la imagen, consuman todo lo que hay que

consumir para lograrlo y luego estén listas para

ser consumidas y abundar en valor de exposición

como último eslabón para disparar el deseo de

espejarse y broche de oro para el funcionamiento

del sistema. Hoy las pantallas son la sombras de

Dios, y por ende, ser es ser proyectados y reflejados,

ser "trending topic", señalar el camino, hipnotizar

a los que consideran la libertad un motín


Somos incapaces de reconocernos y

desarraigarnos de la homogeneidad a la que

hemos consentido y volver a interactuar sin

desalojar las diferencias


A veces asoma un caos, la reverberación de una

noche oscura perdida en la memoria, un susurro

de lejos, una espesura espectral que ahuyenta el

sueño de los mortales que viven en la mesura

de una realidad sin abismos, desbordes ni desiertos


La mirada nocturnal desbarata nuestras

coordenadas de la representación de la realidad

abre brechas en esa supuesta linealidad del

tiempo que fluye liberando otro tiempo que

descubre el secreto relato de la existencia,

donde el hombre entrevé su estatura sin

proyecciones fáusticas, un tiempo otro con

violentas discontinuidades que desmoronan la

ilusión creada del devenir. Son instantes agónicos

que contradicen convicciones profundamente

arraigadas y abren un espacio de pensamiento

inclemente, impiadoso, áspero, que desancla al

hombre de su escena cotidiana y lo enfrenta con

lo otro, con aquello que está más allá de las

certezas de su día a día y de la claridad de lo

reductible a la razón, una especie de pasaje

errático y sinuoso de cara al misterio, de cara

a la sombra de las cosas, a la angustia del entre

lo que revela y lo que oculta

 

Aceptamos un tiempo acumulativo y lineal

impuesto por principio y orientado a un fin por

cuestiones biológicas y culturales que dirigen

nuestros destinos individuales y colectivos, un

relato del tiempo como un continuum irreversible

sometido al reloj y al calendario, centralizado en

el hoy de lo cotidiano, de espaldas a la

posibilidad de experimentar el 

presente mismo, su verdad, la puerta abierta,

máxima evidencia de existir

Liberar la realidad de sus ataduras con el

sistema de la significación y dejarla desnuda

ante el instante es el primer paso hacia un

pensar esa conciencia perpleja,

esa imposibilidad de colmarse

y resistir la inagotable tarea de perseverar

La vida no puede dejar de contarse quién es.

Nos inventamos, nos narramos, somos una

ficción creada a través de la articulación del

lenguaje, un mundo descubierto que

cubrimos de significación.

La existencia del hombre es una continua

interpretación y cuando el relato de la

realidad se despeña se da el encuentro con

lo imposible, con lo real, con lo inesperado

La caída en lo real es vivir en un estado de

desencuentro casi absoluto con el mundo,

en medio de una soledad nueva y fría y una

meditación constante de la nada. Tras cada

cosa, tras cada hombre se percibe una

brizna de ese caos de lo inmemorial, de la

violencia originaria y se abre así un lugar más

allá del bien y del mal, de la luz y la tiniebla,

un espacio de libertad absoluta, tan distinta

de la ponderada en la actualidad de 

nuestro propio show - que nos desacopla de

las fronteras habituales de nuestro

pensamiento, una zona de sombras entre las

que puede adivinarse el lugar donde anida el

misterio del hombre

Existir se da en la finitud y siempre reenvía a la

otredad, en tanto apertura de lo posible en

lo abierto del mundo. Lo injustificable e

irremediable del mundo, el misterio de la

alteridad irreductible, es el horizonte 

inapelable de la obligación de existir del 

hombre, gratuita, sin más explicación que la

de pertenecer al misterio del mundo, y no

precisamente al de la economía

En este tiempo ya no se piensa más en el

misterio, se lo ahuyenta de variadas maneras,

 la principal es la preocupación constante

por mejorar las condiciones de vida que

abarca el espectro casi total del paradigma

que padecemos, poniendo el acento en la

emancipación del hombre y en su ambición

ilimitada. No obstante la modernidad se

tensa entre lo imposible de la perfección y el

ansia de un progreso sin límites que pauta el

peso del ego, la ceguera y la mediocridad

cotidianas y sumergen a la sociedad en una

rutina extenuante y monótona.

Confrontar el dolor y la muerte, instancias

esenciales del sentido trágico de la existencia

hoy parecen haberse disuelto en medio de la

falsa algarabía y la masificación política y

cultural de los valores. Se requieren

una experiencia profunda de libertad, de

una mirada naciente, inaugural, para rozar

el misterio de lo real, el verdadero misterio de

existir

 

Marzo 2 de 2025