hay mañanas tan claras y silenciosas y tibias
que nos encuentran renegando de deseos perseguidos que recorrimos una y otra vez hasta el momento efímero de un instante vacío
y que ahora ya no importan
pero persisten como un tiempo inapropiable que pasó dejándonos una dulce reminiscencia de lo que hubiera sido
como una embriaguez prendida del aire
por eso lo que pasó no se agota en lo vivido
sino en lo percibido lo sentido lo soñado
un puñado de avatares que de alguna forma habitamos y que de vez en cuando suceden
pero sabemos que es el aliento de la vida la porfía de perseverar
y también la de esperar la de nada más estar
el solo ir sin dónde ni con qué
todo lo vivo se estremece
perdura cambia termina
y no obstante transcurrimos
la vida sigue aconteciendo impasible rebasada de sí
a veces como un intervalo ocupado por los ruidos que no encuentran dónde hacerse oír
y se deslizan subrepticiamente
al rebotar en la interioridad imposible de un territorio casi inadvertido
otros albergando la noche entre las sombras
la vida también es la esperanza
una voz sin nombre que nos precede desde más allá del tiempo
Marzo 24 de 2025