tiempo es ese centinela sigiloso que se funde con el Todo
y se cuela entre las cosas más allá de los umbrales
que se pega a nuestra espalda como un ángel ciego inadvertido de labios bien cerrados
tantos son los nombres que le damos
siguiendo apresurados su paso imaginario
que lo convertimos en un territorio del deseo
una irrealidad tan real como ninguna
algo como la ausencia ante el abismo de lo invisible
como un abrazo del aire
como un suspiro en la hierba
todo habla sin hablar en esa tiniebla que lleva la cuenta de las horas los minutos los segundos de nuestro diálogo inefable con el mundo
testigo enmascarado al que el silencio le reclamó el alma
y a cambio le otorgó una piel impalpable donde no hay lugar para el secreto
a veces una larga sombra fugitiva cruza los días camino a la noche y nos parece verlo
sentir algo de esa infinidad que acompaña toda vida
Marzo 30 de 2025