hay esas mañanas grises en las que las nubes se preparan a enunciar el día
antes de atravesar la profecía del relámpago
y en las que el cielo parece pesar sobre la tierra
es cuando la melancolía y el deleite parecen hermanarse
quizá por una coartada de la memoria que desbarata las cosas del pasado
y nos posee la embriaguez de recobrar un resto en fuga indescifrable
ese sigiloso escamoteo de lo que quedó atrás
que fue dejando la estela de un había una vez suspendido en el aire
a través de huellas y vestigios
mientras la vida sigue tejiendo el ahora entre voluntades secretas
pero la memoria no puede con la ausencia
y se las arregla con sus artimañas
en su centro vive una oquedad que sigue interrogando
la codicia de una historia que vive oculta en lo más inefable de nuestra existencia
Mayo 25 de 2025