a veces en las noches allí del mar cuando embravece
se puede escuchar una especie de grito hondo pero agudo que parece provenir de cielos desaprensivos
que arrojan esquirlas de estrellas más allá del horizonte
y nos llegan como signos de un vértigo inevitable
frente a ese escenario nos sentimos espectadores perplejos de un infinito dolor
ante un momento único incapturable de lo fugitivo
en medio de este ensordecedor ruido del presente envuelto en las cenizas del día
pero no podemos soslayar el paisaje callado de la distancia
que teje un manto de silencio sobre las cosas
y nos deja a solas con el enigma
con lo que se resiste a ser comprendido
con el pensamiento suspendido en una hendidura imposible de cerrar
una herida abierta la eterna la de todos
Junio 27 de 2025