el tiempo cambia cómo vemos lo que vemos
y creemos ver lo que no se ve
porque la mirada lleva carga en sus pupilas
y el recuerdo la toma por asalto
somos en la inmovilidad de un viaje por el tiempo
donde la vida se estremece de sentido desde la carencia
y caminamos a través de ese vacío doloroso
un rodeo infinito de desvío en desvío
el deseo crea una incandescencia de fuegos y cenizas que queda encriptada en la memoria
las huellas diferidas de un retorno imposible que siempre suele ser una forma de olvido enmascarado
una danza de figuras fantasmáticas que no colman la falta sino que la señalan
y apelamos a la fuerza del silencio en lo más hondo para llegar adonde la lengua se desconoce
Junio 30 de 2025